Si quieres ser imprescindible, sé diferente

En un mundo donde se envían más de 500 millones de tuits al día, ¿qué podemos hacer para destacar; para que nuestro mensaje no sea “chatarra digital”, ni muera antes de nacer?. Aunque muchos desearíamos una fórmula rápida e infalible para conseguir todo esto, lamento informar que ese “paso a paso” que buscamos está muy alejado de la realidad. 

 

 

“Si quieres ser imprescindible, sé diferente”, una de las frases clave expresada por Óscar Sánchez Feijó durante la masterclass de Social Media para los participantes de la “III Lanzadera de Ourense”. No se trata solo de abrir una cuenta en Twitter y enviar el primer mensaje que pase por nuestras mentes. No. Para ser visible en las RRSS tienes que planificar, analizar el público al que quieres ir, ver lo que los demás están haciendo y hacer algo diferente, innovar, no conformarte con lo que ya está escrito y, sobre todo, estar en constante formación

 

 

 

Para verlo de forma más clara: la vida media de un tuit son solo dos minutos (¡2 minutos!), después de ese tiempo conseguir una interacción (una respuesta o un RT) será mucho más difícil, por decir poco. Tu mensaje se perdió y nadie lo pudo “escuchar”. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? No debemos escribir por escribir; el comienzo del mensaje es fundamental, debe ser corto, claro, conciso, atractivo y que despierte una emoción para que llame la atención. 

 

 

Tomemos en cuenta que, desde siempre, a las personas nos encanta escuchar historias. Pensemos en la típica imagen de un grupo de gente reunido alrededor de una fogata mientras uno de los presentes relata un cuento interesante. Si esa persona no transmite un mensaje atrayente nadie la querrá escuchar y eventualmente se quedará sola. Lo mismo ocurre con Twitter. Es por eso que cada tuit que escribimos debe estar pensado en la regla de las “3E”: Entretener, emocionar y enseñar. 

 

 

Pero en Twitter no solo queremos llamar la atención de nuestro entorno, sino que también queremos llegar a otros grupos de personas que están en otras fogatas. Para lograr esto podemos – y debemos – hacer uso del # y del @, es decir, de las tendencias y las menciones. Un tuit “perfecto” debe tener un mensaje llamativo, máximo dos hashtag, máximo dos menciones y un enlace (si lo hubiese). Si tu tuit va acompañado de una fotografía, mejor, estadísticamente hay más oportunidades que sea compartido si tiene adjunto una imagen. Así que no olvides este dato cada vez que vayas a darle a “Twittear”. 

 

 

También debemos tomar en cuenta que “lo que hoy vale, mañana no”, cada día hay algo nuevo que comunicar. Twitter es rapidez, es un estar “siempre sobre la marcha”, no podemos dormirnos sobre los laureles si queremos sacarle todo el partido a esta herramienta de comunicación. Si buscamos ser “imprescindibles” tenemos que aprender diariamente, innovar, cambiar, analizar, practicar y, sobre todo, tener mucha actitud

 

 

En conclusión, entendemos lo equivocados que estábamos al pensar que “seguir y dejar de seguir” era la solución para potenciar una cuenta en Twitter. Como explicó Sánchez, “el contenido es el rey y la reina es la conversación”, un tuit tiene que tener foco, cuerpo, vida y actualidad para que sea interesante, compartido y masificado. No es una tarea fácil, pero sí es posible. 

 

 

 

Muchas gracías Oscar por regalarnos todos estos conocimientos!!

 

 

 

 

 

Nuestro lema, aquel que nos impulsa: 
 

CREA, VUELA, AVANZA!

 

Muchas gracias por acompañarnos!