Potenciamos nuestra imagen en un taller de marca personal

Desde el principio de nuestra andadura en la Lanzadera, éramos ya conscientes de que cada uno, en esa mochila de la que hablábamos, tenemos diferentes experiencias, capacidades, objetivos. En estas primeras semanas hemos ido trabajando distintos aspectos encaminados a conocernos bien nosotros mismos, identificando cuáles son nuestras fortalezas, y también nuestras áreas de mejora. Sabemos cuál es nuestra trayectoria, y la hemos plasmado en un buen currículum, y hemos aprendido también a comunicar nuestro interés, eficazmente, en una buena carta de motivación.

Ahora, sobre esta base imprescindible, nuestra técnica Mar Quintero nos plantea una pregunta: “¿creéis que tenéis marca personal?”. Daba inicio así un taller en el que empezamos por ver en qué consiste, qué tiene de positivo trabajarla, y qué riesgos tiene descuidarla. Lo que ya nos ha quedado bien claro, en un entorno laboral competitivo, es lo importante que es diferenciarse. Y para saber si tenemos una marca personal que nos ayude positivamente, empezamos por tratar de responder a la pregunta de cómo nos ven los demás, porque eso es lo que se proyecta de nosotros. Para eso, pedimos ayuda a nuestro entorno, y con las respuestas a qué características creen que nos definen, construimos nuestra Ventana de Johari, reveladora para cada uno por lo que implica de autoconocimiento.



Esa labor, junto con la identificación clara de cuáles son nuestros objetivos profesionales, nos va a permitir poder trabajar eso que, efectivamente, todos tenemos: nuestra marca personal. Al fin y al cabo, se trata de saber cuidar en cada momento –y son muchos en nuestra labor de búsqueda de empleo- la imagen que trasladamos de nosotros mismos. Está claro que una buena marca personal no sustituye al esfuerzo, pero ayuda decisivamente a que todo aquello que somos y sabemos hacer, lo compren las empresas que necesitan de nuestras habilidades y capacidades.

Como entrenamiento, y aunque sí, a todos nos da un poco de pudor eso de vendernos, hemos logrado condensar todo este proceso en una píldora de un minuto: nuestro Elevator Pitch.