Como si de una larga y oscura noche se tratase y el profundo silencio que la envuelve te invadiera manteniéndote inmóvil.

Cerrar los ojos por unos instantes me ha llevado a dejarme guiar por una brillante luz rodeada de estrellitas de colores que allá, desde la lejanía, nos invita a seguirla y a oír una voz que grita: “Fuerza, Confianza, Ánimo, Perseverancia, Resiliencia"… palabras, todas ellas, que se repiten constantemente desde la Lanzadera.

Con respecto al artículo publicado el 17 de marzo, en el periódico digital “El País”, titulado “Guía para superar el impacto emocional del Coronavirus” parece que nos encontrásemos en la etapa de la Aceptación de esta situación inesperada, en plena batalla, como si de una guerra se tratase, luchando contra un enemigo invisible que nos ataca por todos los frentes.

Tener tanta y variopinta información de lo que acontece en el exterior, tanto por los medios de comunicación, Whassap, videos de toda índole, hace que otros enemigos hagan presencia: la incertidumbre, la rabia, la angustia, la tristeza,... queriendo que nos quedemos atrapados en la Travesía del desierto. Es por lo que tenemos que confiar en nosotros mismos, sacar fuerzas, dosificarnos de positivismo siendo realistas con los acontecimientos y poner de nuestra parte para que todo pase pronto.

Quiero creer que con nuevos hábitos esta situación esté sacando lo mejor de nosotr@s, que aprendamos a potenciar nuestras fortalezas, así como a mejorar nuestra convivencia con los más cercanos, a compartir nuestra solidaridad desde nuestro espacio “quedándonos en casa”.