El pasado 15 de septiembre tuvo lugar el Encuentro Profesional Millennials vs Desempleo-Inteligencia Emocional, la Clave del Éxito que organizamos desde la III Lanzadera de Huesca. En primer lugar queremos agradecer a todas las personas, empresas e instituciones que nos acompañaron físicamente en el evento, así como a los que aportaron lo mejor de sí mismos colaborando y difundiendo el encuentro a pesar de no poder asistir a la cita. Con vosotros todo es posible. Gracias por vuestra proactividad e interés que han hecho de Millennials vs Desempleo, y de la III Lanzadera de Huesca, todo un éxito.
Organizar un evento de estas características, tratar de hacerlo grande y movilizar a una ciudad como Huesca desgasta mucho. De hecho, y sin exagerar, me ha costado casi una semana recuperar las energías. Ser novata en organizar eventos tiene sus contras, pero su pro más grande es lo enriquecedor que ha sido tanto personalmente como en el desarrollo de capacidades laborales que he ganado de cara a un futuro.
En este artículo trataré de haceros llegar mis impresiones como co-organizadora del evento y ponente en la mesa redonda Diferentes Caminos, un Mismo Objetivo-Alternativas de incorporación al mercado laboral.
Una de las acciones que nos planteamos llevar a cabo en el programa Lanzaderas es organizar un evento relacionado con el ámbito laboral. Lo primero que hicimos en la III Lanzadera de Huesca fue plantearnos los objetivos que queríamos conseguir con el evento. Así que, por entonces junio, entre todos los miembros de la III Lanzadera de Huesca consensuamos los objetivos que queríamos alcanzar: darnos visibilidad y ayudar a otras personas que estuviesen en la misma situación que nosotros a ver rayos de luz.
Muchos compañeros ya se habían incorporado al mercado laboral, por lo que a finales de junio la III Lanzadera de Huesca planteó una reestructuración de personal y nos organizamos por proyectos para ser más efectivos. Sin duda lo más importante para que un proyecto, una empresa o cualquier agrupación lleguen a su meta es que se trabaje en equipo. Un buen equipo, organizado y colaborativo consigue todo lo que se propone. Creo que de este modo lo conseguimos.
A principios de julio ya estaba rindiendo al máximo el equipo del proyecto. Estructurado por competencias, Carlos y Eduardo eran los principales encargados de buscar ponentes, colaboradores y lugares para poder realizar el evento; por otro lado estábamos Ana, Sara, Javier, Christian y yo, que nos dedicamos a darle forma a la imagen del mismo y a la comunicación. A finales de julio la Lanzadera, y por ende el equipo del proyecto, mermó en número de miembros. Ana, Sara y Javier trabajaban, pero seguían colaborando dentro de sus posibilidades. Antes del parón que realizamos en agosto teníamos casi todo listo: el presupuesto, la imagen del evento, el programa preliminar, el ponente principal y la mayoría de participantes en la mesa redonda.
A la vuelta quedábamos Carlos, Eduardo, Christian y yo, por lo que juntamos todas nuestras fuerzas y dimos lo máximo. Finalizamos los últimos detalles de cara a la difusión (web, cartel y programa definitivos) y comenzamos a invitar a todos nuestros colaboradores y a personas interesadas en acudir a nuestro evento. He de agradecer el feedback de todas aquellas personas y empresas que respondieron a nuestras invitaciones, aunque no pudieran asistir. Hay mucho trabajo detrás de las invitaciones y con decir unas palabras, aunque sea simplemente Recibido, puedes cambiar el mundo. O al menos sacar una sonrisa al que lo lee (no ha ido directamente a la papelera o a Spam). Os invito a responder siempre los emails.
Del encuentro profesional puedo sacar muchas ideas, pero si algo me llama la atención es lo curioso que resulta cómo muchos se quejan de la falta de empleos, de recursos, de ayudas... Es curioso cómo muchos siguen anclados en el pasado, quejándose sin moverse de la barra del bar o del sofá de su casa, agotando el paso o las ayudas sociales. La mayoría de las personas, ya sea joven o mayor, mujer u hombre, que deben trabajar para encontrar trabajo tienen cinco elementos que las hace válidas e iguales a las demás para buscar y encontrar trabajo: dos piernas, dos brazos y una boca.
¡Sal del asiento porque el trabajo no cae del cielo!
Los empresarios buscan proactividad, que seas una persona que des valor añadido a la empresa y la hagas crecer. Los emprendedores hacen lo posible por luchar contra corriente y destacar en su campo, diferenciarse de la competencia. Los emprendedores sociales hacen de lo que aman su trabajo, y tratan de aportar soluciones para cambiar el mundo y mejorarlo. Las universidades apoyan a los estudiantes para dar el salto a la vida laboral mediante prácticas y asesoramiento. Las instituciones públicas tratan de dar lo mejor de sí e incentivar la formación, el asesoramiento, el emprendimiento, las contrataciones…
Soy de la opinión de que hay que aprovechar todas las ayudas que se ofrecen desde distintos ámbitos. Es cierto que no tenemos el don de la ubicuidad, pero si los que nos encontramos en situación de desempleo nos quedamos parados totalmente, estamos destinados a no salir del agujero.
Tenemos que acudir a las empresas a hacernos valer y a demostrar que somos diferentes al resto. Emprender si tenemos una idea y buscar todas las ayudas que existen, que son bastantes.
Además, ampliar la red de contactos, ya que está demostrado que emprendiendo en equipo se consiguen mejores resultados.
Aprovechar todos los recursos públicos: prácticas para adquirir experiencia, Garantía Juvenil, orientación laboral (incluso a distancia con INAEM Orienta), formación gratuita… ¿Sabías que muchísimos cursos gratuitos y de gran nivel se dejan de dar porque no se inscriben el mínimo de alumnos exigido?
No te quejes del desempleo, sigue formándote y amplía tus oportunidades. No pongas límites donde no los hay. La multidisciplinariedad está a la orden del día. No te pongas barreras geográficas y temporales inexistentes porque… El que quiere puede.
Seas Millennial o no, ten inteligencia emocional y empléala en tu beneficio. ¡Hazte grande!
<Todas las fotos del encuentro profesional en nuestro perfil de Flickr>
Artículo realizado por Lluch Gual Pérez