Entrevista a Elena Clemente

La entrevistada de hoy es alguien muy especial. Su eterna sonrisa y su alta capacidad tanto para aprender como para enseñar hacen de ella una persona única e imprescindible para nuestro día a día como Lanzadera. Además se ha adaptado excepcionalmente bien a funciones que no son propias de su realidad laboral. Todo esto y una paciencia a prueba de bombas hacen de ella la profesora ideal, la profesora que todos quisimos tener siempre. Hablamos de, quién sino, Elena Clemente.  

 

¿Qué es lo que destacarías de la Lanzadera? 
Personalmente, me resultaría muy difícil destacar una única cosa del Proyecto Lanzadera. Es una experiencia única e irrepetible que te cambia y enriquece muchísimo, tanto a nivel profesional como personal.
El trabajo en equipo, las sinergias y los vínculos que se crean entre los miembros del equipo son muy especiales y valiosos; somos como una gran familia. Pero, además, adquirimos una importante formación y bagaje en Inteligencia Emocional, autoconocimiento, creatividad, gestión del tiempo, digitalización, comunicación eficaz y empleabilidad; todas ellas competencias esenciales en la sociedad y el mercado laboral actual y que, hasta ahora, no habían sido demasiado valoradas. 

 

 

Defínete como docente 

En la docencia, como en toda  labor interactiva y “creativa”, queda plasmada nuestra esencia, personalidad y valores, tanto en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como en el trato diario con los alumnos y la comunidad educativa en general (compañeros, familias del alumnado, AMPA, inspectores,…). Teniendo esto en cuenta, no cabe definirme como docente sin hacerlo al mismo tiempo como persona.

Me apasiona la docencia, servir de puente entre un conocimiento anterior y uno nuevo. Soy exigente y perfeccionista con mi trabajo, a la par que cercana, empática, buena comunicadora, activa, resolutiva y solidaria. No concibo la enseñanza sin vocación y sin una creencia activa en la importancia de la formación integral de los alumnos. La docencia es bonita y muy gratificante la mayor parte del tiempo.

 

 
¿Qué es lo que más valoras en un puesto de trabajo?  El clima de trabajo, el proyecto educativo y la metodología de trabajo y/o enseñanza-aprendizaje del Centro o Fundación.
No me sentiría cómoda si mis valores no  estuvieran en consonancia con los de mi lugar de trabajo o si el trabajo en equipo no fuera colaborativo y transparente. Trabajamos por un bien común y más  importante de lo que algunos creen: ayudar a crear futuros adultos con valores, capaces de pensar por ellos mismos, con una mentalidad abierta, cultos y activos.

 

 

¿Cómo te ves laboralmente hablando en un futuro? 
Mi mayor ilusión y deseo en términos laborales es sentirme a gusto con mi trabajo, es decir, conseguir sacar todo el potencial de mis alumnos, que se sientan escuchados y libres para expresarse, sentirme valorada y dar lo mejor de mí cada día.