Hemos asistido al taller organizado por la Escuela de Ingeniería Informática de la UVa en Segovia con Agile Torrezno, que nos explicó la metodología de 5S, de origen japonés, usando la dinámica de ordenar un armario, muy práctico para todas las casas.

El primer paso sería la 1º S – Seiri - “Separar lo necesario de lo innecesario”. Lo que debemos hacer es clasificar lo que hay en el armario, separando lo útil de lo que no lo es, y lo que no es útil tirarlo o regalarlo.

La 2º S – Seiton - “Situar necesarios”. Para ello deberemos ordenarlo de forma que toda la ropa tenga su sitio, agruparlo y etiquetarlo, usando herramientas muy visuales para localizar el contenido, la situación de los objetos, dónde va cada cosa, cómo poner en los cajones una foto de lo que tiene, cualquier diseño visual para identificar nos sirve.

La 3º S - Seiso - “Suprimir suciedad”. Esto es muy sencillo: limpiar, mejorar en nivel de limpieza y evitar las zonas donde la suciedad o las cosas se acumulan. Como se dice popularmente “No es el más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia”.

La 4º S – Seiketsu - “Señalizar anomalías”. Sirve para identificar y prevenir que no se desordene el armario y que no se nos ensucie rápidamente, por ejemplo, una marca en el suelo o un tablero con las herramientas dibujadas, para ver rápidamente si alguna no está en su lugar.

La 5º S – Shitsuke - “Seguir mejorando”. Por último, nos debemos hacer auditorías para ver cómo lo estamos aplicando y mejorarlo, y si convivimos podemos hacer un intercambio de opiniones para mejorar, o sea, hacer un Feedback. Se trata de un compromiso con uno mismo para seguir manteniendo el orden y la metodología.

Conclusión: si visualizamos el proceso, nos preguntamos ¿por qué no usar las cosas tan obvias? Nos ahorramos tiempo, solemos ser más eficaces y nos ahorramos discusiones con las personas con las que convivimos.

En el ejemplo de esta tarde utilizamos un armario ropero para la dinámica, pero el sistema es extrapolable a todo proceso productivo. Manteniendo el orden, conseguimos ser más productivos y perdemos menos tiempo en buscar lo que nos hace falta para realizar nuestro trabajo, y ayuda a mantener buenas relaciones y mejor convivencia.

Artículo escrito por: Laura García y Elena Barreno.