Taller de comunicación profesional inteligente, con Daniel Meléndez

Nacemos comunicando, y nos vamos a pasar toda la vida haciéndolo, de una manera u otra. Eso sí: sucede que, al hablar de ello, frecuentemente tendemos a pensar en lo que decimos, en la comunicación verbal. Pero hay todo un mundo de matices y modos de expresarnos que no se transmiten con la palabra.

Aplicado a nuestro caso, en relación con la búsqueda de empleo, tenemos muy claro que buena parte del éxito en la consecución de nuestro objetivo pasa por la eficacia a la hora de comunicarnos. Por eso hemos trabajado en el perfeccionamiento de cómo hacer llegar nuestro mensaje, y en eso hay un área muy importante, algo así como la parte sumergida del iceberg, que hace referencia a la comunicación no verbal.

Para hablarnos de este campo, y ayudarnos en la mejora de lo que transmitimos al margen de las palabras, esta mañana ha estado con nosotros Daniel Meléndez, que es muchas cosas –coach, profesor…- si hacemos un repaso a su trayectoria, pero mejor describirlo con lo que él mismo nos decía: formador en habilidades. También es un buen conocedor del programa Lanzaderas y colaborador habitual con las distintas ediciones celebradas en Salamanca, y hoy nos ha dado unas valiosas pinceladas de cómo desarrollar una comunicación profesional e inteligente.



Para empezar, con una presentación muy “ad hoc”, nos pidió que habláramos de quiénes somos, añadiendo un gesto: el que consideráramos característico nuestro. Los gestos ilustran, y expresan muchas cosas, reforzando lo que decimos o sustituyendo las palabras por ese otro tipo de lenguaje tan común como frecuentemente inconsciente. De hecho, según alguno de los estudios más conocidos sobre el impacto de los mensajes, solo el 7 % corresponde a la comunicación verbal. El resto quedaría en manos de la parte puramente vocal –tono, matices, etc.- y de los gestos y otras señales que acompañan lo que decimos. Que el porcentaje sea rigurosamente así o no es lo de menos; lo destacable es que hay una parte muy importante que no son las palabras.

Lo cierto, como nos decía Daniel, es que aunque parezca un contrasentido, no podemos no comunicar, y en ese proceso somos actores del 50 % -la otra mitad corresponde al destinatario del mensaje- pero responsables del 100 %. De ahí la gran importancia de ser muy conscientes de que, mucho más allá de las palabras, nuestro comportamiento siempre comunica. Por lo tanto, destacamos un concepto clave en comunicación: congruencia. Entre lo que decimos y cómo lo decimos, y cómo habla de nosotros nuestra manera de movernos, de acompañar las palabras con gestos –muchos de ellos involuntarios, imposibles de dominar por inconscientes-; también congruencia entre nuestro lenguaje y el interlocutor al que va destinado.



A veces nos resulta difícil, y es muy habitual en el proceso de búsqueda de empleo, toparnos con barreras, temores, pensamientos limitantes y emociones que pueden impedir que hagamos llegar de manera eficaz nuestro mensaje. Para ayudarnos en esta labor, llevamos a cabo un ejercicio práctico, guiado por Daniel con la habilidad que le da su experiencia como formador, encaminado a reforzar, utilizando como herramienta de fuerza un gesto característico nuestro, la confianza a la hora de comunicarnos. Un refuerzo y un paso adelante, un anclaje al suelo que nos aporte tranquilidad en momentos clave.

Ahora toca ponerlo en práctica. Una herramienta más que gracias a Daniel llevamos en nuestra mochila en este viaje.