Soy una persona que me apasiona el mundo de la hostelería, tanto la cocina como el servicio hacia al cliente.
Como digo yo, la vida es como una crepe rellena de nata: por fuera la capa es la más dura mientras que por dentro está el relleno, que es más blando. Esto quiere decir que en la vida al principio cuesta demasiado arrancar, por ejemplo cuando te marcas unas metas; el camino va a ser difícil pero al final, si no te rindes y sigues luchando, vas a conseguir esos objetivos.
Nunca hay que rendirse, cuanto más difícil y largo sea el camino, con más ilusión y ganas se andará y alcanzará el final.
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