Aún recuerdo el día que debíamos elegir cómo nos daríamos a conocer... Tardamos 3 horas y pico en decidir qué seríamos Lanzaranda 2. Qué difícil llegar a un acuerdo con 20 personas a las que apenas conoces y que seguramente sean completamente diferentes a ti. Tres horas, tres largas e intensas horas tan sólo para decidir un nombre.
Casi 5 meses después nos encontrábamos preparando nuestro stand para la feria de empleo.Sin decir nada, sin dudar, sin preguntar, cada uno desempeñó una tarea concreta, que ni siquiera estaba asignada. Un trabajo en cadena que surgió de manera instintiva, espontánea. En 10 minutos los engranajes de nuestra máquina empezaron a girar eficazmente... Dos situaciones similares separadas únicamente por 5 meses, semejantes pero con una resolución muy diferente.
Lanzaranda es todo lo que ha pasado entre estas dos circunstancias. 150 días en los que se ha trabajado para trabajar intensamente. Casi 28 semanas en las que nos hemos conocido interiormente, en las que hemos descubierto los mecanismos necesarios para poder ofrecer la mejor versión de nosotros mismos. Conceptos como: solidaridad, proactividad, resolución, dinamismo,compromiso o profesionalidad han cobrado una dimensión distinta, ya no son palabras, han pasado a ser habilidades y competencias nuestras.
Más de 13.000.000 de segundos en los que hemos aprendido a crear nuestra propia marca personal, a argumentar cómo y porqué somos la mejor opción profesional para las empresas. Los resultados hablan por sí solos, más de la mitad de los miembros de nuestro equipo ya se han incorporado al mercado laboral. Lanzaranda es ya un referente ante las empresas, una opción a tener en cuenta a la hora de buscar profesionales bien preparados, saben que “Juntos sumamos ilusión, equipo de talentos”.
Antes de llegar éramos una fabulosa botella de vino, pero con un nefasto transporte hasta aquí. Por eso todos los posos y sedimentos estaban revueltos, en suspensión y hacían que nuestra materia prima se viera opaca. Lanzaranda ha sido como una bodega donde hemos reposado, nos hemos asentado y evolucionado. Ha sido el decantador en el que delicadamente nos hemos ido vertiendo, y que ha permitido oxigenarnos... Ahora nuestro fluido profesional está en unas copas impolutas y llenas en la medida idónea. El contenido se ve transparente,limpio y de un color maduro, sin nada que desvirtúe el intenso y excelente sabor a profesional que siempre hemos llevado.
Probablemente, dentro de unos años, cuando alcancemos nuestros objetivos, miraremos hacia atrás, sonreiremos un poco y se nos escapará un susurro que diga: "yo estuve allí...".
¡¡¡ HASTA SIEMPRE !!!
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