Entrevistas: cuestiones personales y maternidad

La actividad solidaria "Si lo hubiera sabido antes.." ya nos había permitido autoevaluar nuestros comportamientos en las entrevistas y aprender a investigar sobre la empresa y el puesto, a intentar averiguar quién es el/la responsable de Recursos Humanos, a preparar posibles respuestas, anticipar qué podemos aportar a la empresa, a conocer a fondo nuestros currículums, a ser puntuales, a no llevar acompañantes, a apagar el móvil, a escuchar al entrevistador/a, a pensar antes de responder, a hacer preguntas de interés para manifestar el interés, y a agradecer la oportunidad que nos dan de formar parte de la empresa.

Ahora era el momento de abordar cómo gestionar las cuestiones personales en la entrevista. La sesión comenzó pidiéndonos opinión sobre esta sorprendente frase de Alfonso Alcántara, más conocido en la red como @Yoriento, autor del libro #Superprofesional:

Nos reafirmamos en que nunca debemos mentir, pero admitimos que, dado que reclutador/a y entrevistado/a tienen un objetivo –seleccionar al profesional más adecuado/a y conseguir el empleo, respectivamente-, lo que tendemos ambos es a omitir información y a darle un valor positivo a cualquier contenido potencialmente negativo.

Después cada uno/a eligió un tema sobre el que no le gustaría hablar o se sentiría incómodo/a si nos lo plantearan en una entrevista –o se le planteó una pregunta-: relaciones afectivas, planes de futuro, religión, identidad sexual, política, aficiones… Y entre todos/as construimos respuestas que pudieran no disminuir las posibilidades de ser seleccionados/as, no dando más información de la que nos pedían, añadiendo un efecto positivo ese aspecto personal para el trabajo o neutralizando los potenciales efectos negativos que pudieran presuponerse sobre el empleo.

Especial interés despertó, y nuestra coordinadora promovió, el tema de la maternidad (también aplicable a la paternidad, en un ejercicio responsablemente conjunto de la atención de los hijos/as).

Comenzamos por evidenciar los requisitos que requiere el puesto: movilidad constante, alto nivel de resistencia, disponibilidad total, con mayor carga de trabajo en días festivos, ausencia –legal- de descansos, satisfacción de tus necesidades secundaria a las del cliente, excelentes habilidades de negociación y relaciones interpersonales, conocimientos de medicina, finanzas y cocina, manejo simultáneo de varias actividades, atención constante, posibilidad de acompañamiento nocturno, manejo en ambiente caótico, capacidad de relegar la propia vida, disposición total de felicidad y sin salario. El trabajo es legal y lo ocupan millones de personas en la actualidad.

No perdimos detalle del vídeo Una entrevista para el trabajo más difícil del mundo.

Después analizamos las dificultades de acceder al empleo siendo madres: priorización de la maternidad sobre el empleo, interrupción de la carrera profesional estando fuera del mercado laboral y compatibilización con las responsabilidades familiares.

Con el vídeo Ser madre es un plus, pudimos aprender a empoderar en una entrevista las competencias que se adquieren en ese rol: capacidad de asumir riesgos, de esfuerzo y sacrificio, de iniciativa y liderazgo, de comunicación, de motivación y trabajo en equipo, de organización y planificación, de gestión de recursos, de perseverancia y constancia, de constante energía positiva, polivalencia y alta inteligencia emocional.

En definitiva, aprendimos que, en una entrevista, casi cualquier aspecto podemos reformularlo en positivo para el empleo y para la empresa Pero es evidente que nuestra coordinadora aprovechó la ocasión para que valoremos el tiempo, dedicación, cariño y abnegación de las madres (y cada vez más padres; también los nuestros) en todos los ámbitos de nuestra sociedad, también en el laboral. Y así homenajear al equipo, por haber contribuido a la inserción laboral de Evelyn y Virginia, que ese día no podían compartir la sesión con nosotros/as porque ya están trabajando -de momento, a tiempo parcial-.