Visita de Patrimonio Inteligente a nuestra sede

 

¿Cómo se restaura una fachada del siglo XVIII? ¿cómo saben los arqueólogos dónde deben iniciar una excavación o, más aún, dónde deben buscar algo donde aparentemente no hay nada? ¿cómo se gestiona el fondo de un museo y se decide qué exponer y qué contar en el mismo? ¿cómo se lleva a cabo una excavación submarina? ¿es rentable invertir en conservación del patrimonio?

Con este alud de preguntas y muchas más interrogamos a Francisco Ramos, Director y Fundador de Patrimonio Inteligente, quien cedió gran parte de su tiempo en respondernos y hablarnos de su apasionante proyecto.

 

Patrimonio Inteligente es una de esas empresas que nace del profundo amor por la historia de sus fundadores y por su carrera tras un sueño: desenterrar la arqueología tradicional con las herramientas que brindan las nuevas tecnologías y conseguir así una conservación del patrimonio eficiente, rigurosa y responsable.

 

Tener la oportunidad de conocer de primera mano los inicios de Patrimonio Inteligente fue un lujo, pero también fue totalmente inspirador: supieron arriesgar - cuando nadie más apostaba por ello - en la integración de la tecnología en el campo de trabajo del arqueólogo, del restaurador y del museólogo, consiguiendo entornos accesibles al visitante, excavaciones más eficientes y rápidas y restauraciones mucho más profesionales. Y es que si algo caracteriza a esta gran empresa es su multidisciplinariedad, con la que abarca numerosas facciones de excavación, restauración, conservación y difusión del patrimonio.



Algo que pudimos poner de relieve - y que resulta esencial para entender la encomiable labor que Patrimonio Inteligente lleva a cabo - es percibir que el patrimonio no está únicamente constituido por piezas y edificios, sino también por lugares, sentimientos y costumbres. Encontrar una pieza o unos restos arqueológicos, supone para una comunidad no sólo un importante motor económico, sino la revalorización de sus fiestas o la puesta en valor de su municipio. Un caso revelador de esto es cómo, por ejemplo, los yacimientos arqueológicos de la ciudad de Cartagena no están desligados de la misma ni de sus habitantes, sino que han permitido a Cartagena ser un enclave patrimonial indiscutible y han enriquecido y dotado de sentido a sus fiestas de Carthagineses y Romanos. Ejemplos como éste podemos encontrar múltiples en la Región: los caballos del vino de Caravaca de la Cruz y sus fiestas de moros y cristianos - vinculadas tanto al asedio de su fortaleza como a la presencia de la Vera Cruz-; la Semana Santa de Lorca - y el cambio que produjo en la misma el hallazgo de la judería -,  o las Fiestas de la Bruja de Alcantarilla - cuya existencia es indesligable de la figura histórica a quien se vincula -. El patrimonio no es, por tanto, eso que queda relegado en los museos a espera de que alguien lo contemple: es la materialización presente de nuestra historia y es el motor de nuestro folclore y de nuestra diversidad cultural.

 

Empresas como Patrimonio Inteligente dotan a nuestro pasado de un valor incalculable, y es que gracias a su trabajo podemos disfrutar en la Región de enclaves y piezas que nos pertenecen, y que con su esfuerzo disfrutarán y conocerán muchas más generaciones tras nosotros.

Damos las gracias a Francisco Ramos y a Patrimonio Inteligente por ser una barrera contra los ataques, agresiones y robos que sufre a diario nuestro patrimonio y por una charla tan fructífera como inspiradora.

 

Escribe:

Tania Rodríguez Ruzafa