Vasos comunicantes

Con los relojes sincronizados y concienciados de no perder un segundo de nuestro valioso tiempo, trataremos de no hacerlo tampoco cuando nos comuniquemos con nuestros semejantes.

 

La comunicación siempre ha sido una parte trascendental de la sociedad, teniendo en cuenta que es una herramienta para entablar relaciones y no sentirnos solos como la siempre comunicadora Sara Bareilles dice se encuentra Cassiopeia en el vasto manto del cielo.

 

Cuando nos comunicamos lo que intentamos es entablar una relación con otra persona u otras personas que nos nutra y nos haga sentir formar parte de algo más grande que nosotros, es por ello que debemos tener los conocimientos necesarios para que no nos ocurra como a los murcianos M-Clan y nos quedemos “esperando contestación”.

 

Por lo tanto, lo que se desea conseguir es unirnos con otras personas como el recientemente desaparecido pero siempre recordado astrofísico Stephen Hawking propuso unir las cinco teorías distintas existentes de la Teoría de Cuerdas con su Teoría M, una Teoría tan importante como la del Big Bang y explicada en la obra magistral “La Teoría del Todo”, película protagonizada por el actor Eddie Redmayne y que le valió el Óscar.

 

Al comunicarnos el primer paso es conocer las vías que tenemos para hacerlo con quién o quiénes queremos entablar conversación. Cuando estamos frente a frente con nuestro público objetivo además de la comunicación verbal la no verbal también juega una grandísima parte, como se puede comprobar en la serie “Lie To Me” genialmente interpretada por el multifacético Tim Roth.

 

Otra cosa muy distinta ocurre cuando nuestra única vía de comunicación es mediante la escritura. Teniendo en cuenta que al igual que el gran grupo de Glasgow Travis con su single “Writing To Reach You” lo que queremos es llegar al destinatario con nuestras palabras, como ya hemos explicado anteriormente. Generalmente, y a no ser que nos encontremos varados en una isla desierta y tengamos que escribir un mensaje en una botella como en la novela de Nicholas Sparks o la inmortal “Message In A Bottle” de la banda The Police, ya conocemos quién será dicho destinatario.

 

Cuando escribimos a una empresa o a una persona encargada de los Recursos Humanos de esta misma no es cuestión de escribir cien cartas, una por día, como Noah describe en su Diario ni de ser demasiado cercanos empezando con palabras dulces como en “Querido John”.

 

A fin de cuentas, en nuestra Lanzadera la comunicación es indispensable y durante todo este tiempo hemos realizado uso de ella mediante todas las vías disponibles hoy en día, ya sean redes sociales, teléfono, tête à tête… haciendo de nuestro proyecto un ente brillante y perfectamente ensamblado.