¡Todos tenemos problemas! Vs ¿Tenemos todos soluciones?

Algunas de las compañeras de la Lanzadera de empleo Santa Lucía hemos asistido a un taller de Resolución de problemas Complejos” organizado por Red.es y Crear futuro. La formación venía de la mano de  Antonio Bernal, Psicólogo, formado en dirección y gestión de RRHH, Inteligencia Emocional y experto en Coaching, con una gran trayectoria profesional. Puedes conocer mejor su trabajo pinchando aquí.  

 


¿Para qué fuimos a este taller si ya solucionamos cosas a diario?

 

Vale, ¡tienes razón! una de las características del ser humano es su capacidad de solución de problemas, pero lo cierto es que vivimos en un mundo tan frenético y cambiante en todos los sentidos que ya los problemas son cada vez menos predecibles y no siempre tenemos ejemplos en el pasado que nos orienten a solucionarlos. Otro motivo para plantearnos este taller como una oportunidad de crecimiento, es que al buscar dar respuesta a ellos tropezamos con muchos obstáculos invisibles, y ya sabemos lo que nos gusta la misma piedra... Por ejemplo la piedra que suponen nuestras propias creencias, pensamientos automáticos que frenan la predisposición a buscar salidas más creativas, la vergüenza ante el juicio, etc. También me saboteo si me envío mensajes a mí mismo como: “no puedo”, “esto no es lo mío”...; o me centro en el mensaje negativo que percibo del mundo exterior hacia mí: “ahora ya no se puede”, “no es el momento”, “no se dan las circunstancias”... 

 

¿Qué más me influye y cómo lo dejo atrás?

Ante situaciones de estrés incontrolado estas creencias limitantes aparecen con más fuerza, y reducen nuestra capacidad de afrontar problemas complejos. ¿O no? Lo cierto es que podemos liberarnos de este obstáculo para ser más resolutivos siguiendo los siguientes pasos, toma nota: 

  • Primero debes detectar tus creencias limitantes y también tus áreas de mejora reales y adoptar una posición personal proactiva frente a ellas (si no puedes hacerlo solo ¡pide ayuda! no te frenes por la presión añadida de querer ser perfecto. Nadie lo es porque ¡BUENAS NOTICIAS! la perfección no existe).

 

  • Ahora que nos pesan menos en la mochila de creencias y más las fortalezas, debemos estar en disposición de ponernos a trabajar sobre los problemas de una forma ordenada, progresiva y sistemática. Para ello te detallamos algunos pasos:

 

  1. Definir el problema: ¿Cuál es la causa? ¿Qué síntomas indican la presencia de un problema?
  2. Identificar varias opciones de soluciones, incluso las más surrealistas merecen ser volcadas, igual si las regulamos luego no van tan desencaminadas. ¿Qué se aconseja para solucionarlo? ¿Quién puede contribuir a solucionarlo? ¿De qué recursos dispongo?
  3. Evalúa tus opciones y ahora sí, con parámetros realistas elige la que mejor se adapta según sencillez y prioridades.
  4. Finalmente, aplica la solución elegida. ¿Se ha solucionado el problema? ¿Hay otra opción que debas probar? Y es que a veces el “ensayo, error” es el camino a un gran aprendizaje.

 

¿Pensaste alguna vez que una espina de pescado podría ayudarte en algo?

 

Hay cantidad de técnicas para identificar problemas de manera analítica, pero una de las más utilizadas que vimos es el Diagrama de Ishikawa, también conocido como Diagrama de Espina de Pescado o Diagrama de Causa y Efecto ¿suena raro? ¿crees que nos lo inventamos? ¡No hombre no, sigue leyendo y mira el ejemplo! 

Podemos ver reflejadas en él causas-raíces de un problema clasificadas por área, y todos los factores que se involucran en la ejecución del proceso. Esto lo hace muy sencillo de utilizar, y también muy útil para saber qué mejoras podemos ofrecer. En este caso hemos utilizado el problema de la pérdida de control de un vehículo y te hemos creado un ejemplo visual que puedes ver en la cabecera de nuestro artículo.

 

No subestimemos nunca la creatividad, ya que  habitualmente las soluciones anteriores al empleo de la misma no nos servirán. Una técnica por todos conocida que ayuda a que fluya la creatividad dentro de un contexto es el Brainstorming si se emplea bien, también existe la técnica del grupo nominal y otras como la de realizar combinaciones al azarCuando se trata de algo sencillo, se puede aplicar la solución directamente y ver qué pasa, pero cuando el proceso es más complicado hay que planificar para reducir el margen de error y hacer una buena gestión del tiempo, las acciones y los costes.

 

¿Pero y cómo sé que la solución funciona? Lo hace si se satisface la necesidad que en un principio se planteó.

 

¡¡¡Y FIN DEL PROBLEMA!!! AL MENOS POR AHORA...