Taller de Inteligencia Emocional

     26jun. #GemaJiménezCastillo, técnica de #LanzaderaManzanares2019, ha impartido al equipo un taller de #InteligenciaEmocional, aparentemente un oxímoron, pero no, porque Gema cuenta  que una emoción es una reacción psicofisiológica que ayuda al individuo a adaptarse a los diferentes estímulos que afronta, por lo que hace más probable unas conductas que otras. Estas emociones desencadenan sentimientos que son los estados de ánimo duraderos.

     Las emociones no son buenas o malas en sí, se valoran en su conjunto. Se pueden clasificar en primarias que son las emociones reconocibles fácilmente, fisiológicas puras, generadoras de las secundarias, y que serían enfado, tristeza, miedo, alegría, y asco. Y emociones secundarias caracterizadas por ser disimuladas, socialmente adaptables, influidas por la cultura y generadas a partir de dos-tres años. Serían secundarias la vergüenza, la culpa, el amor, el desprecio, el orgullo, la ansiedad, el placer, la confianza, la aceptación, los celos, entre otras.

     Para identificar las emociones primarias, Carroll Izard analizó las expresiones de recién nacidos.

     Pero vamos a lo importante: ¿Qué es la inteligencia emocional?

      Es la capacidad para comprender, entender y gestionar los estados emocionales de las personas que nos rodean y los propios. Muy relacionada con la empatía. Una habilidad suave que se aplica de forma transversal, que crea sinergias y establece relaciones de confianza.

     Gracias a la empatía permite comprender el estado anímico ajeno y propio, y su gestión. Puede ser entrenada, y ser más efectiva, gracias a la interactuación con personas, al propio entrenamiento, a juegos y ejercicios, y a la introspección. Mejorar la Inteligencia Emocional aporta bienestar. Su desarrollo es posible si se interacciona desde pequeños con personas y se va estabilizando con la madurez, que no quiere decir que no se siga desarrollando.

   Resumiendo: La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos para gestionar, comprender o manejar nuestras propias emociones.  ¿Por qué? Porque vivimos en sociedad, y, en esa vivencia, llevamos a cabo su gestión.  Alivio del calor o de la calor como decía Juan Ruiz:

«Buscava cassa fría, fuía de la siesta: la calor del estío doler fázel la tiesta; busca yervas e aires en la sierra enfiesta: anda muy más loçano que pavón en floresta.» El libro del Buen Amor, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. La lectura bajo un arbol, cuya sombra, nos protege.