Taller de emprendimiento, con Vega Gómez

Conocer en profundidad todas las opciones que nos presenta el mercado laboral es una necesidad, más allá del enriquecimiento que todo conocimiento proporciona. Sabemos que hay muchas clases de empresas y de contratos, pero también somos conscientes de que una salida muy a tener en cuenta es la de ser dueños de nuestro propio negocio. Es eso que hoy se promueve y se trata de impulsar como una salida laboral incluso desde las instituciones: el emprendimiento.

Para ayudarnos a conocer un poco más de esta posibilidad, hoy hemos contado con la valiosísima ayuda de Vega Gómez, auténtica experta en la materia como asesora de PYMES y microempresas que es, a lo que une  la capacidad de saber transmitir sus conocimientos a través de su experiencia y vocación docente.  

Emprender tiene un paso ineludible, que es la parte burocrática, pero Vega quería iniciar su exposición un paso más atrás, yendo a ese momento previo que se podría resumir en la frase “tengo una idea y no sé muy bien cómo darle forma”. Y es que el emprendimiento parte de una idea, que no tiene por qué ser necesariamente revolucionaria, ni estar destinada a cambiar el mundo, como a veces tendemos a pensar tirando de estereotipos o creencias magnificadoras del concepto. De hecho, el tejido empresarial español está compuesto de forma muy mayoritaria por PYMES, muchas de ellas incluso micropymes. Por lo tanto, emprender es posible, y también deseable, siempre que se haga con humildad, apertura de mente y con libertad para romper con esas falsas creencias. Toparemos con una barrera que hay que superar, por muy humana que sea, que es el miedo al fracaso.



Para que el negocio prospere, es conveniente que el candidato cumpla tres requisitos a la vez:

-    Que sea algo que sabemos hacer.

-    Para que salga bien, es necesario que sea algo que nos guste hacer.

-    Y para que sea rentable, que sea algo que el mercado necesita.

Una vez encontrada la idea, y partiendo de estas premisas, viene la pregunta: ¿cómo empiezo? Obviamente, se trata de desarrollarla con el potencial de ganarnos la vida con ella, y puede surgirnos la duda de si tenemos o no un perfil emprendedor, por lo que es conveniente moverse en términos de viabilidad para lanzarnos. Y esa viabilidad debe serlo en tres aspectos: técnico, comercial y económico. Tener un buen plan en este sentido ahorrará sorpresas evitables, más allá de la incertidumbre propia que todo negocio genera por sí mismo. Una vez tomada la decisión, aparte del hecho cierto de que no todas las ideas requieren una inversión económica muy fuerte, es el momento de contemplar las distintas vías de financiación, recurriendo cuando es posible a subvenciones públicas, ayudas para autónomos, etc.



Decíamos que Vega cuenta con una capacidad didáctica que hace muy fácil entender cualquier cuestión que plantea, y nos lo demostró proponiéndonos que hiciéramos un DAFO sobre una propuesta de emprendimiento, muy útil porque ayuda a aterrizar los pros y contras que conviene analizar en profundidad cuando nos planteamos afrontar un negocio nuevo. Nos habló también de herramientas como el CANVAS, que permite asentar todas las variables que hay que tener en cuenta al inicio de esta aventura. Dicho de manera muy simplificada, viene a ser algo así como responder a la pregunta de “cómo  pongo mi qué en el mercado, y cuál es mi quién, para lo que hago mi cálculo del cuánto”.

Contar con un buen asesoramiento como el de Vega hace que todo resulte menos complicado, y que los pasos a dar sean más firmes. Le agradecemos mucho su visión y su capacidad alegre de hacernos este acercamiento a la posibilidad de ser, nada menos, que los dueños de nuestro destino.