Esta vez, nuestra Coordinadora María de la Cal ha sido la encargada de impartir un taller, el de Comunicación Efectiva. Hemos aprendido la importancia de la escucha a la hora de comunicarnos con los demás, ya que no es igual oír que escuchar.

El taller, debido a las necesidades marcadas por la propia actividad de la Lanzadera, ha estado dividido en dos sesiones.

En  la primera sesión hablamos de la sinergia como resultado deseable de una comunicación empática y positiva, y como actitud a poner en práctica a la hora de comunicarnos. Asimismo hablamos y practicamos los distintos estilos de la comunicación como son el pasivo, el agresivo y el asertivo, siendo el asertivo al que debemos aspirar, aunque debemos ser conscientes de que todas las personas en uno u otro momento, también nos comunicamos desde estilos menos deseables como son el pasivo y el agresivo, estilos que incluso utilizamos como estrategia para conseguir nuestros fines.

Continuamos la mañana con unas pautas para practicar la comunicación asertiva, algo muy útil a la hora de llegar a este tipo de comunicación.

Como todos sabemos la influencia de las percepciones en la comunicación es bastante importante, y la forma que cada individuo tiene de ver las cosas hace que la empatía, la comprensión del punto de vista del otro, sea un importante factor a la hora de relacionarnos con los demás.

Una vez analizado todo ello, realizamos un ejercicio de transmisión de mensajes gracias al que pudimos comprobar cómo se deteriora la información a medida que va pasando por distintos interlocutores, cómo cada uno de ellos pierde o transforma una buena parte del contenido inicial, y cómo cuando llega al final, casi no se parece en nada al mensaje transmitido por el primer emisor. Este ejercicio, que puede parecer un juego, tiene mucho que ver con lo que sucede en una situación real, y para evitar las consecuencias es importante poner en práctica una serie de habilidades, precisamente las que trabajamos durante la segunda sesión.

En la segunda sesión pudimos analizar y practicar las habilidades básicas para la comunicación efectiva, que son: saber preguntar, dar y recibir feed back, motivar, empatizar y practicar la escucha activa.

Dentro de éstas ya conocemos los diferentes tipos de preguntas y la intención con que las hacemos.

También hemos comprendido la importancia de ofrecer feed-back a nuestros interlocutores, ello permite centrar el tema, posicionarnos, y que ambas partes sepan qué piensa la otra sobre lo que va diciendo, además, motiva y enriquece la comunicación. Resumir de manera concreta y sintetizada la información que nos ha facilitado nuestro interlocutor consigue motivar al otro y centrar el tema de la conversación.

Terminamos el día con un ejercicio de escucha en el que María nos hizo distintas preguntas para, al final, ponerle “nota” a nuestra capacidad de escucha y, digamos, que todos y todas tenemos recorrido por delante para mejorarla.

La comunicación forma parte de nuestra vida, somos animales sociales y, excepto raros casos, todas las personas vivimos cada día multitud de situaciones de comunicación. Si en general es importante saber comunicarse de manera más efectiva y positiva, para una persona que está en búsqueda activa de empleo se convierte en una de las competencias fundamentales a desarrollar y/o optimizar: entrevistas de trabajo, conversaciones telefónicas, dinámicas de selección… por eso es tan importante trabajar todos los aspectos necesarios que nos lleven a ser mejores comunicadores.

Escrito por Rocío Fernández