¿Somos realmente conscientes de nuestras competencias laborales?

 

¡Hola amigo lector!

¿Te preguntarás por qué de nuevo competencias laborales, no? Bueno, porque te contaremos un poco cómo nos hemos sentido y los miedos o fantasmas a los que nos hemos enfrentado al estar en situación de desempleo y al no saber identificar cada una de la capacidades que poseemos y que han hecho que lleváramos a cabo una labor en determinado momento.

Suele pasarnos que cuando dejamos de trabajar, bien porque hemos sido despedidos, o bien porque hemos decidido poner fin a nuestra relación laboral con la intención de cambiar de trabajo o de tomarnos una pausa por los motivos que sean, entramos progresivamente en un estado de inseguridad y de falta de confianza en nosotros mismos.

 

A medida que pasa el tiempo, nuestros pensamientos se tornan más negativos, haciéndonos incluso dudar de aquello que hemos sido perfectamente capaces de llevar a cabo cuando estábamos trabajando. A esto se une un sentimiento de culpabilidad por una irreal incapacidad de encontrar trabajo que nos autosugestionamos, el cual nos arrastra a un círculo vicioso de desorientación y malestar del que no nos resulta fácil salir.

 

Es entonces cuando debemos pararnos, respirar profundamente y analizar qué es exactamente aquello que nos provoca tales miedos y si tiene una explicación lógica o no. Es lo que podríamos llamar como “desmontar los fantasmas”.

 

 

En muchas ocasiones, aparte de las circunstancias personales en que nos encontremos y que, a veces, no dependen exclusivamente de nosotros (como, por ejemplo, que se agote la prestación por desempleo), nos daremos cuenta de que esos monstruos no son en absoluto reales.

 

Un ejercicio que podría ayudar a no olvidar nuestras habilidades  profesionales y a reconocer las nuevas adquiridas, es anotar todas las funciones que hayamos estado realizando en nuestros anteriores trabajos. Seguro que más de uno se sorprenderá cuando vea escrito sobre el papel (o en un Word) todo aquello de lo que ha sido capaz en el pasado. ¿Por qué pensamos ahora que no vamos a saber hacer lo mismo? ¿Y no podría ser que incluso hemos ido mejorando en nuestras capacidades gracias a nuestras diferentes experiencias?, ¿y que hasta hemos adquirido nuevas que nos han enriquecido profesionalmente?

 

 

Nuestros miedos no nos ayudan. Son una cortina que nos impide ver nuestro bagaje profesional, infravalorando y hasta anulando nuestras competencias laborales. Ten confianza en ti mismo/a, ten claro todo aquello de lo que eres capaz (¡que lo eres!), tómate tu tiempo de desempleo como una oportunidad para potenciar tus habilidades así como para adquirir nuevas, y de seguro que te sentirás con la motivación y confianza necesarias para enfrentarte a cualquier entrevista y encontrar trabajo.

 

¡Ánimo, que tú puedes y tienes lo que necesitas para triunfar!

 

Gracias por tu tiempo.

 

¡Hasta pronto!

 

Por: Ingrid Ruiz y Noe Bernal.