Todos trabajamos por un salario para cubrir nuestras necesidades económicas, pagar facturas, la vivienda, el coche, un viaje de vez en cuando, etc, pero el dinero no lo es todo. Afortunadamente los tiempos han cambiado y hoy por hoy escoger un trabajo no va necesariamente ligado a la retribución económica, sino que exista un entorno laboral agradable que nos proporcione otro tipo de satisfacción laboral.
Nos referimos, al llamado Salario Emocional, que tiene que ver con todas aquellas percepciones salariales no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo es incentivar de forma positiva la imagen que tiene sobre su ambiente laboral e incrementar su productividad, así como satisfacer las necesidades personales, familiares o profesionales que manifiesta, mejorando su calidad de vida y fomentando un buen clima organizacional.
El Salario Emocional es un factor fundamental en la retención y atracción del TALENTO en las organizaciones. Cada vez más las personas eligen una empresa para trabajar por factores que van mucho más allá de la retribución salarial.
Estos son algunos ejemplos de salario emocional en las organizaciones:
• Horario flexible: cumplir a rajatabla un horario no es sinónimo de productividad. Lo importante es realizar nuestro trabajo sin necesidad de estar las ocho horas en una oficina aunque lógicamente dependerá del tipo de trabajo que realicemos.
• El teletrabajo: (trabajo a distancia); cada vez es más valorado por las nuevas generaciones de trabajadores, acostumbrados al uso de las herramientas informáticas, pero también es un beneficio importante para padres o madres que tienen hijos o familiares enfermos y les resulta muy complicado conciliar la vida laboral y familiar.
• Desarrollo de la carrera profesional; las organizaciones con más recursos en la gestión del talento capacitan a sus empleados bien con ayudas económicas o facilitándoles a asistir a esas formaciones en horario laboral .
• Sala de Guardería:para empleados con niños pequeños en instalaciones de trabajo, o para escolares durante período de vacaciones escolares.
• Bolsa de horas: para los empleados para acompañamiento de familiares a consultas médicas, compromisos familiares.
• Beneficios sociales: Incluir en nómina seguros, planes de jubilación, Becas de transporte, cheques guardería, ayudas a la educación.
• Espacios de distracción: en la empresa; salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión, gimnasios u otras salas dedicadas a desconectar del trabajo
• Ayudas: en capacitación y formación que no esté directamente relacionada con nuestro trabajo diario y que el trabajador considera necesario para su desarrollo personal.
• Actividades: promovidas por la organización y con participación de los miembros de la compañía, carreras solidarias, talleres, etc.
• Reconocimiento profesional: Un simple “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica y que aumenta el compromiso con la organización.
Tanto las nuevas generaciones de trabajadores conocidos como “Millenials” como los “Senior”, valoran cada vez más las condiciones de trabajo existentes en una compañía para su desarrollo personal y profesional.
Establecer modelos de gestión estratégica del talento humano a través del salario emocional es una buena herramienta para medir el clima en las organizaciones, por ello cada vez más empresas están realizando estrategias a largo plazo enfocadas al bienestar de sus trabajadores para fidelizar y atraer el talento de sus colaboradores, haciéndolas más atractivas y competitivas en el mercado laboral.