¿Qué me llevo de Lanzadera Motril 2019?

Todavía recuerdo cuando Omar, técnico de Lanzadera Motril 2019, me llamó para decirme que había sido seleccionada. 

Me sentí afortunada. Y luego repasando como había sido la segunda reunión, un proceso de selección encubierta, no recuerdo haber hablado mucho, pero parece ser que fui efectiva y tuvo sus frutos. 

Al principio me desconcertaba un poco la heterogeneidad del grupo y la verdad es que era un poco escéptica y dudaba de si realmente esta nueva situación me iba a enriquecer personal o profesionalmente. 

Con el paso de los días y gracias a la dinámicas de cohesión de grupo pude conocer mejor a mis compañeros y empecé a entender un poco de qué iba esto de la Lanzadera, algo que no sabes definir muy bien y que te cuesta explicar. El caso es, que en ese grupo de gente tan dispar, de entornos disciplinares tan distintos, con una gran diversidad de puntos de vista, vivencias e ideas, hay un objetivo común que es la búsqueda de empleo, el punto de partida donde comienza todo el motor de ilusión. 

Las dinámicas de grupo me encantaban pero para mí lo más ventajoso no era practicar para futuras entrevistas de trabajo sino el diálogo que se abría después, es ahí realmente donde aprendes de ti mismo y de los compañeros, de sus análisis, de las cosas innatas que haces de forma natural a veces acertadas y en otras ocasiones no tanto. 

El autoconocimiento es parte del día a día de la Lanzadera, muchas veces somos nuestro propio lastre, ya sea por miedo o por conformismo, y eso nos impide crecer y ponernos a prueba. He aprendido no solo a minimizar los prejuicios por esos miedos infundados sino también a ser realista en relación a cómo está el mercado laboral, a afrontar esas situaciones de frustración que uno tiene cuando no llega a buen puerto. 

El cambio personal que experimentamos no solo influye en nosotros, también en el ambiente a nuestro alrededor; la familia y amigos son los que primero lo perciben, porque te conocen en tu mejor momento y en los peores, y son los primeros que te dicen "te veo animada" y se ilusionan con tus vivencias, se ríen o se sorprenden cuando les cuentas lo que hacemos y alguno hasta se vendría a ver qué es eso que con tanta alegría nos hace ir los tres días en semana y nos apena cuando faltamos. 

Al final se  crea un complicidad con tus compañeros, están en tu situación y te entienden, te emocionas con sus logros, ellos con los tuyos, sufres sus penas y ellos las tuyas; todos colaboramos de una forma u otra y ya somos como radares buscando empleo o contactos. Esto es una doble dirección tu das sin esperar nada a cambio pero al final recibes. La solidaridad y empatía es esencial al buscar empleo y en la vida en general. 

A modo de conclusión me alegro mucho de haber formado parte de esta tripulación, he aprendido de mí misma, de mis compañeros y del mercado laboral. No creo que a ningún participante nos haya dejado indiferente esta experiencia, que va a sumar en nuestras vidas. 

 

@ESTIVALIZ