PUNTO Y SEGUIDO

Hoy es nuestro último día de Lanzadera. Se acabó el viaje de esta montaña rusa emocional que nos ha llevado a visitar lugares que, si bien sabíamos inconscientemente que existían, aún no habíamos tenido la oportunidad o la intuición de detenernos para contemplar mejor, con mayor detenimiento y atención.

Hoy es nuestro último día de Lanzadera. Un viaje de aprendizaje, de puesta a punto en algunos casos, de reciclaje en otros, de superación en todos. Una verdadera lanzadera que nos ha permitido ver con mayor perspectiva el lugar en el que estamos y nos encontramos, y hacia donde queremos dirigirnos. Una lanzadera que nos ha brindado la oportunidad de volar tan alto como para descubrir que el horizonte queda mucho más allá de donde ven nuestros ojos, y es mucho más ancho que los 360º que nos permite un giro completo de nuestros sentidos. Porque sabemos donde nos encontramos, porque reconocemos el paisaje, porque vislumbramos la senda correcta entre tanto cruce de caminos. Porque ahora sabemos que el futuro está al alcance del presente,

Hoy es nuestro último día de Lanzadera. Muchos de nosotros han logrado su objetivo, a otros aún nos queda un trecho por recorrer, pero todos nos llevamos las herramientas necesarias para plantar cara a la realidad y sonreír con prepotencia a la adversidad. Hemos aprendido a reconocer las dificultades y convertirlas en oportunidades. Hemos aprendido a mirar hacia el interior para sortear los obstáculos del mundo. Hemos aprendido a confiar en la magia de nuestra conciencia para descubrir nuestra valía. Hemos aprendido a enderezar los caminos por muy curvilíneos que se presenten. Hemos aprendido que somos sabios, porque somos conscientes de que no sabemos nada, y por lo tanto lo sabemos todo.

Hoy es nuestro último día de Lanzadera. Día de emociones encontradas, de metas alcanzadas, de ilusiones sembradas, de esperanzas alcanzables, de gratitud y hasta prontos.  

Hoy es nuestro último día de Lanzadera. Hoy terminamos de cavar el túnel que nos ha llevado al otro lado del muro de nuestro particular cautiverio.  Hoy, tal y como preveíamos hace unos meses, somos más altos, más fuertes, más altos, y además somos 20 (+1).