Mapa de empatía de persona en situación de desempleo

En la lanzadera hicimos una actividad altamente gratificante que nos permitió experimentar las diferentes fases que atraviesa una persona que se encuentra en situación de desempleo. A través de un mapa de empatía analizamos un caso concreto de una chica que presentaba una situación laboral y personal totalmente desoladora. Hacía poco que había finalizado sus estudios, pero se encontraba sin trabajo, y vivía con sus padres y con su hermana en un pequeño pueblo. Su padre era el único sustento económico de la familia, ya que ni su madre, ni su hermana, trabajaban, y su anhelo era mudarse a la ciudad para desarrollarse personal y profesionalmente.

 

La actividad consistía en responder preguntas sobre los pensamientos, sentimientos y percepciones que podría tener esta persona  respecto a su situación: ¿Qué siente?, ¿Qué piensa?, ¿Qué oye?,  ¿Qué dice?.

 

 Es curioso que al realizar esta actividad y dividirnos por equipos para resolverla, surgieron percepciones muy distintas condicionadas por nuestra experiencia de vida individual, creencias, entorno...

 

Esto, nos sirvió para darnos cuenta que "el mapa no es el territorio" y que nuestra visión está condicionada por factores internos y externos que hacen que nos comportemos y actuemos de una determinada manera.

 

Tras analizar este caso y llegar a consenso, investigamos acerca de las etapas que transita una persona que está en situación de desempleo. Nos dimos cuenta que cuando nos resistimos a cambiar y experimentamos el estancamiento, la desgana o la resignación, perdemos la motivación y alimentamos la creencia de que no es posible encontrar empleo. Cuando aceptamos la situación y conectamos con nuestro talento, recursos, competencias y experiencia conseguimos cambiar poco a poco nuestro estado. Al hacerlo y ponernos en movimiento logramos alimentar nuestra autocreencia de que somos capaces de conseguir empleo y asumimos el  compromiso de hacerlo. Desde ahí conectamos de nuevo con la ilusión, nos ponemos las pilas e iniciamos una búsqueda activa de empleo responsable y solidaria con todo y para todo el equipo.

 

Como conclusión final, y ya que vivimos en nuestras propias carnes el drama del desempleo, no hay que desmoralizarse, sino mantener una actitud positiva, y trabajar para conseguir nuestro objetivo final. Para ello es muy valioso seguir un par de pautas. La primera es hacer un estudio de mercado, para ver que es lo que se demanda y que podemos aportar nosotros a ese mercado laboral, y la segunda analizar nuestras fortalezas y debilidades, y trabajar las útlimas para mejorarlas. Cuando nos ponemos a trabajar nuestras áreas de mejora somos más productivos y rendimos más tanto en nuestra vida personal como profesional.