Liderazgo y trabajo en equipo

Entre los muchos talleres que hemos recibido aquí en la lanzadera, uno de ellos fue impartido por Pedro Nicolás, de la marca Niccoaching, la cual se dedica al coaching, a la comunicación y el trabajo en equipo y al desarrollo de personas.

Pero ¿Qué es el coaching? Se trata de una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante este proceso, las personas profundizan en su conocimiento, aumentan su rendimiento y mejoran su calidad de vida. Todo esto, si se aplica a un grupo de trabajo, puede generar en la obtención de unos buenos resultados que potencien aún más al equipo y favorezcan la integración de sus miembros. Para ello, debemos conocer cuál es la esencia del equipo, por lo que saber las fortalezas o cualidades de los demás nos ayudará a descubrir aquello que tenemos.

Entonces ¿Cómo actuamos en equipo? Lo hacemos volando juntos, ayudándonos unos a otros para  llegar a un objetivo común, que es la finalidad de esa cohesión grupal. Porque las personas adecuadas son el activo más importante de un equipo. Esas personas adecuadas en los lugares correctos son las que favorecen la multiplicación, las que consiguen llegar más lejos. Y ¿Cómo hacerlo? No basta con reunir a las personas sin más; éstas tienen que aportar algo a los demás, conseguir esa sinergia que provoca grandes resultados. El equipo es una oportunidad para el desarrollo de los talentos. Hay personas que no conocen de lo que son capaces y es el equipo el que las ayuda a descubrirlo. Pues un equipo son personas responsables que están comprometidas en conseguir un objetivo común.

Para poner todo esto en práctica, llevamos a cabo varias dinámicas. La primera fue la dinámica de los valores. Ésta consistía en hacer un ránking de personas en base a una situación concreta. De las doce personas que había en la lista, debíamos seleccionar 6 y decir por qué las elegíamos. La finalidad era ver que nosotros asignábamos una serie de valores a esas personas según lo consideráramos, en función de la utilidad que creíamos que tendrían en la situación que nos había tocado. Las personas de la lista eran las mismas para todo los grupos pero cada uno tenía una situación diferente, por lo que fue interesante ver los motivos que nos llevaron a la elección de la lista.

La segunda consistió en las fortalezas. Cada uno teníamos que decir una cualidad del compañero que teníamos a la izquierda. Una vez que todos dijimos algo, debíamos hacer un eslogan con esas palabras. De ahí sacábamos la esencia de esta lanzadera, lo que suponía ser un equipo. La tercera fue la de los números. Nos separamos en dos grupos y se nos repartieron unos números. Cuando dijeran un número, debíamos salir y, con los números que teníamos en papel, poner el que habían dicho. Y ganaba el que fuera más rápido. Sería una versión del clásico juego del pañuelo.

Por último, realizamos la dinámica de la cuerda. Ésta consistía en ponernos todos en círculo y pasarnos una cuerda unos a otros. La finalidad era saber qué lazos hay formados y quiénes están más en sintonía con el resto.

Éste fue un taller de gran utilidad porque aprendimos a valorar más el trabajo que realizamos conjuntamente y a confiar más en el equipo.

 

“Llegar juntos es el principio.

Mantenerse juntos es el progreso.

Trabajar juntos es el éxito.”

 

Henry Ford.

 

Informa: Sara Zamora López / Imagen: Facebook