Desde muy pequeña siempre me gustó estar con personas, con mis amigos y amigas, considero que aprendo día a día de las todos los que me rodean hasta tal punto que ha marcado toda mi trayectoria profesional, en mis mejores recuerdos laborales siempre hay personas, equipos.

Me licencié en pedagogía y me certifiqué en coaching.  Mis primeras experiencias profesionales fueron en el movimiento asociativo compartiendo espacios, discusiones y buenos cafés con jóvenes de todos los colores, ideologías y formas de pensar. Todo enriquecimiento.

Después de varios años de voluntariado, me involucré al máximo en proyecto siempre relacionados con la inserción profesional, gestionando formación, coordinando programas de fomento de la cultura emprendedora o responsabilizándome del área de formación e inserción profesional en  planes de empleo. Siempre acompañando a personas, siempre ayudando con todos mis recursos a lograr objetivos.

Ahora tengo la oportunidad y lujo de formar parte de uno de los proyectos más apasionantes que me he encontrado en mi camino profesional, las Lanzaderas de Empleo. Acompañar a 20 personas en un camino diferente para la inserción profesional me brinda la oportunidad de ser testigo de sus cambios, del reconocimiento de sus competencias profesionales, de su toma de decisiones; al final es formar parte de un proceso de desarrollo personal. Pero también ver el apoyo mutuo y la generosidad de todos y cada uno de los miembros del equipo hace de este proyecto algo especial. 

Porque una lanzadera hay que vivirla.