La suerte no llega, se busca

Estos días se cumplen cuatro meses desde que empezó la Lanzadera y ya se acerca el final. Tras unos intensos meses de aprendizaje individual y colectivo, trabajo en equipo, procesos de selección, eventos, intermediaciones, formaciones, inserciones laborales... El corazón del equipo sigue latiendo en los que aún siguen trabajando aquí cada día por el empleo y en los que han pasado por aquí. Todos y todas nos sentimos diferentes: más fuertes, más profesionales, más capaces, más protagonistas de nuestras vidas y del cambio.

Hoy hemos vuelto a realizar una dinámica DAFO para analizar qué ha cambiado y cómo seguir trabajando. Ahora ya no vemos las debilidades con negatividad, sino con ilusión de enfrentarnos a ellas; no nos aterorizamos frente a las amenazas, sino las aplacamos con creatividad y trabajo; no solo reconocemos nuestras fortalezas, sino que sabemos destacarlas y seguir incidiendo en ellas; tampoco nos conformamos con ver venir las oportunidades, sino que estamos preparados y preparadas para aprovecharlas.

En este instante, empezamos a vislumbrar que algo ha cambiado en nosotras y nosotros, pero aun no somos conscientes de cuánto. Ya nada volverá a ser igual tras este proyecto. Un largo camino queda por delante, pero sabemos cómo continuarlo: fomándonos, diferenciándonos, haciendo contactos y autoconociéndonos. Porque la suerte no llega sola, hay que salir a buscarla.