LA OTRA CRÓNICA DE LA JORNADA DE ENCUENTROS PROFESIONALES

La Jornada de Encuentros Profesionales fue un éxito en nuestro modesto parecer. Para todos aquellos que quieran conocer con más detalle la Jornada, puedes leer la noticia que publicó la Lanzadera de Empleo en esta web. Gracias a todos por su presencia y apoyo.

 

Empecemos con todos esos detalles que hacen que la Jornada fuera tan especial desde el punto de vista de la persona que condujó y dinamizó la Jornada.

 

 

Me quedo con la cara de los asistentes cuando Irene Val habló y pudieron ver lo que puede hacer una persona con una discapacidad auditiva severa. Con un mundo interior que ya nos gustaría a muchos tener. Sólo puedo dar las gracias por haber aprendido tanto de ella. Irene es una mujer de armas tomar y lo demostró en el escenario.

 

Sufrí interpretando la letra de Óscar Gambau mientras él se iba inventando el discurso del menú del Coctel Saludable. Demostrando de lo que es capaz de hacer a la hora de dar discursos.

 

Me reí de la cara que puso Mª Pilar Ubau cuando la hicieron subir al escenario en el Banco de Talentos. Ya no se escondió ella, sino que recogió su bolso con cuidado y lo dejó en una esquina. Memorable lo que puede cambiar una persona y su confianza en cuatro meses. Para mí, es el sentido de la Lanzadera y su mayor éxito.

 

Observé a Marta Lasierra dirigiendo una mesa del World Café de una manera profesional. Cómo escuchaba atentamente y hacía que la conversación no se parara. La vi, viviendo el, y su momento.

 

Me quedo con la ayuda inestimable de Cristina Sancho y su apoyo en todo momento. De sus ganas de que todo saliera bien y de su forma de hacer las cosas. Inolvidable.

 

Aún recuerdo la sonrisa que tenía Elena Quintas cuando la responsable de RRHH de Decathlon Huesca la fue a buscar. La energía y la vitalidad que trasmitía. Cómo brillaba.

 

Me sorprendió que Christian Ortiz hiciera una exposición tan concisa y no se perdiera con todas sus ideas. Un gran trabajo.

 

Disfruté cuando Iván Margo dijo "sed felices" al finalizar su exposición y, misteriosamente, se convirtió en el hombre del momento. Cuando la gente pudo observar de lo que es capaz de hacer y de transmitir con su trabajo. Consiguiendo alguna tarjeta  de algún posible contacto.

 

Me gustó ver a José Juan Torres en la Jornada, aún teniendo tantas cosas que hacer, ahí estaba con su chapa de la Lanzadera. Con su uniforme y su medalla. Un Lanzadero en toda regla que no abandona la batalla en mitad de la guerra. Un orgullo haber formado parte del mismo departamento.

 

Abracé con locura a Lorena Castro, porque aún sin estar estas semanas en la Lanzadera, estuvo con nosotros. Demostrando el valor del equipo y como le dije "Gracias por venir, gracias y mil gracias"

 

Compartí confidencias con Jara Catalán, que aunque se perdió la mitad de la jornada, también le comenté "Gracias por venir. Para nosotros significa mucho tu presencia, no sabes cuánto". Con ella empecé a recoger el material, empezando a cerrar un capítulo de mi vida y posiblemente abriendo otro.

 

Me emocioné por culpa de Isabel Campo que, aún sin estar, fue la única persona que me hizo casi llorar, al escuchar sus palabras. También al poder ver con mi ojos el éxito del World Café sin poder compartirlo con ella. Siempre desconfié de esa parte y probablemente fue la más bonita de toda la Jornada.

 

Aún sin haber podido estar allí, Ignacio Notivoli, la responsable de RRHH de Decathlon te estaba buscando. ¡Eres un crack, chaval!

 

Fueron unos días muy duros, donde el trabajo buscaba manos para poder salir adelante. Donde todos asumimos más del que hubiéramos querido, donde todos lo asumimos como parte del aprendizaje de esta Lanzadera. Donde todos aprendimos a vivir con el estrés y la escasez de tiempo. Donde se demostró la proactividad a la hora de ejecutar las acciones, no siendo una simple frase en un proceso de selección. Sino demostrándolo.

 

Me dio pena no contar con todos los ausentes. Cada uno sabe su mundo, sus razones, sus historias y sus excusas.

 

Mis excusas para estar en la Jornada son todos esos momentos que viví, compartí e intentaré siempre recordar.

 

Si me preguntaran si volvería a hacer este "embolao" de la Jornada,  diría que sí, que sin dudarlo con todos vosotros. Gracias por sacar lo mejor de estas semanas.

 

NB: también me quedo con la sonrisa de un desempleado que vino y me dijo "Tengo dos entrevistas, esto ha sido llegar y besar el santo".