La montaña rusa del desempleo

 

Son varias las investigaciones que han estudiado el impacto que el desempleo tiene sobre el bienestar bio-psico-social de las personas y los resultados son demoledores: el desempleo tiene un efecto negativo sobre el estado de ánimo (desaparición de rutinas, pérdida de habilidades laborales, falta de planificación del futuro, pérdida de poder adquisitivo, etc.), llegando a correlacionar con niveles más altos de depresión y estrés. Como consecuencia de todo ello, la autoestima se ve mermada y esto puede constituir el caldo de cultivo de consecuencias nada deseables para la persona.

Si bien es cierto todo lo anterior, vamos a poner el foco de atención en la parte positiva y a identificar las condiciones idóneas para que una persona en esta situación desarrolle las acciones apropiadas para conseguir sus objetivos y alcanzar sus metas.

Según el gran Daniel Goleman, la inteligencia emocional es la “capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. Así,  cobra especial importancia en una situación de desempleo el autoconocimiento, es decir,  tomar conciencia del propio estado emocional derivado de la  situación, conocer nuestros puntos fuertes y descubrir la forma de desarrollarlos. Por consiguiente, también es importante la autogestión, el aprender a gestionar nuestras propias emociones como elemento catalizador de avance, o diseñar estrategias realistas para alcanzar las metas y deseos personales. Ambas, el autoconocimiento y la autogestión –junto con la automotivación-, serán clave para salir reforzado de una situación de pérdida del trabajo.

 

Automotivación: clave para conseguir tu meta

Presión,  miedo, duelo, crisis, ira, dolor, desánimo…son sentimientos y emociones que “actúan como gafas”, alterando la percepción de la realidad  y alejándonos de un alto nivel de motivación, nos contaba Miguel Ángel García García, profesor de la Universidad Calos III y que visitó la Lanzadera el pasado 3 de abril para hablarnos sobre identificación de competencias y  gestión de automotivación.

Miguel Ángel también nos hablaba de la “Curva del Cambio", de John Fisher -aplicado al desempleo-, instrumento diseñado para guiar a las personas  a entender, aceptar y administrar el proceso de cambio, y a aprovecharlo para salir no sólo airoso de esta situación sino reforzado como profesional cotizado y reconocido.