"Al tomar una decisión de menor importancia, siempre he visto la conveniencia de considerar todos los pros y los contras. Sin embargo, en asuntos vitales, como la elección de un compañero o una profesión, la decisión debe venir siempre de lo inconsciente, de algún lugar dentro de nosotros mismos. En las decisiones importantes de la vida personal, creo que deberíamos regirnos por las necesidades internas profundas de nuestra naturaleza."
Esta era una de las premisas de Freud y lo cierto es que resulta díficil ya de primeras distinguir cuáles son las decisiones de menor importancia de las importantes. Lo que para una es de poca importancia hoy puede ser de gran importancia mañana. Nuestra escala de valores es dinámica durante nuestro proceso vital y esta es la que rige y diferencia qué es lo importante de lo que no. Por tanto, primer dilema ¿Cuán de importante es la decisión que tengo que tomar? Esa respuesta quizá la halles en la siguiente pregunta ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué quieres ser de mayor? ¿Dónde estás? ¿Qué necesitas para llegar allí?
Son preguntas en cualquier caso complejas, pero finalmente lo que determina nuestra vida no sólo son nuestras circunstancias sino nuestras decisiones. Allí radica la importancia de desarrollar nuestra capacidad para tomar una decisión. Es lo que hemos trabajado hoy en nuestro último taller. Hemos reflexionado sobre la importancia de tomar una decisón, cuáles son las fases de este proceso, la importancia de reconocer el problema y formularlo correctamente, lo que cuenta recabar la información necesaria, la necesidad de generar alternativas, de ponderar los aspectos importantes sobre los que incide esta decisión y una vez que hayamos eegido la opción correcta, llevarla a cabo y evaluarlas, asumiendo entonces nuestras responsabilidades y logros, porque de otra manera tomar una decisión y no ponerla en marcha es como no haber tomado la decisión ¿o si lo es? Es una de las cosas que debatimos en el turno de reflexión que tuvimos.
En última instancia, lo más importante a la hora de tomar decisiones es tener claridad sobre lo que realmente queremos para nosotros. Un avez clarificado eso, es más fácil de determinar cuáles son las opciones que más nos acercan a ello.
Para finalizar esta parte de toma de decisiones a nivel individual analizamos el cortomtraje de Disney Pixar "La Luna" que os animamos a ver en el siguiente enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=xaibXFC-KhI
Pero no quedó allí la cosa, porque si algo hemos aprendido en el transcurso de la Lanzadera es la importancia de saber tomar decisiones grupales cuando desarrollamos cualquier tipo de trabajo en equipo. Votación, consenso, consentimiento, autoritarismo... Son diferentes variantes que los grupos pueden adoptar para tomar una decisión. En cualquiera de los casos es altamente recomendable que antes de tomar una decisión grupal exista una serie de acuerdos básicos sobre cómo se va a tomar la decisión y sobre si será igual independientemente de si es una decisión operativa, organizativa o estratégica. Así mismo se debería de garantizar la partipación de todos los miembros y tratar de equilibrar la misma entre ellos para que no se produzcan abusos de poder inconscientes en el aspecto de la participación. Isa ya nos ha dejado claro que la toma de decisiones grupales esconde muchos más matices de los que pensamos y de los que sin embargo es importante que tengamos consciencia.
Fabuloso taller para cerrar esta serie de talleres que hemos llevado a cabo en estos cinco meses, y que de ahora en adeante nos resltará de mucha utilidad a la hora de tomar las decisiones importantes que se nos presenten ¿Cuáles serán las siguientes...?