La Dinámica de los Tarros

Para saber más sobre la Lanzadera de Alcalá - UAH : lanzaderaempleouah.wordpress.com/

Una de las novedosas formas de trabajar de las lanzaderas no sólo radica en el despertar de las actitudes labores que cada uno de nosotros tenemos o las que podemos llegar a desarrollar. También implementa dinámicas de grupo que son capaces de educar y poner en evidencia  nuestras carencias o  habilidades  emocionales. Estas habilidades se pueden aprender y ensayar para conseguir un óptimo grado de consciencia sobre ellas. Nos enseñan que mediante su control, podemos potenciarlas y reorientarlas en nuestro beneficio tanto personal como laboral.

Entre las muchas dinámicas que realizamos cada semana, os contaremos algunas de ellas ya que sería imposible contarlas todas. Además sólo con estar aquí,  tenemos una profunda sensación de vivir en una dinámica perpetua de aprendizaje.  

En este caso os contamos una dinámica muy llamativa y colorida que realizamos. Os explico,  hemos traído un tarro de cristal cada uno, una tela y una goma elástica para taparlo y le hemos pegado una etiqueta con nuestro nombre.  A continuación cortamos 24 papelitos de colores y en ellos apuntamos tres características de la personalidad que creemos que tiene  cada a uno de nuestros compañeros de la Lanzadera. Seguidamente hemos pensado en cada una de esas personas, y apuntado las tres características que nos pedían sobre ellas y metido el papel  en su tarro. Tiene mucho mérito ya que apenas nos conocemos, pero ahí radica parte del objetivo de la dinámica. Sino,  preguntaros ¿En qué nos estamos basando habitualmente para determinar las cualidades que tiene una persona? Pues, en la primera impresión que nos causaron, en la imagen exterior que nos creemos que proyectan o en cómo cada uno de nosotros, filtramos y percibimos las cosas según nuestra personalidad, experiencia, miedos y deseos. Sin duda es toda una auto lección sobre cómo nos precipitamos al juzgar a los demás y luego, sin conocerles en  profundidad, recurrimos a las etiquetas que les ponemos a los cinco minutos de conocerles.

No sabemos si habremos  acertado en nuestras conclusiones o si ellos habrán acertado con las suyas, en cualquier caso y hasta que no concluya la lanzadera, no podremos conocer los secretos que ocultan esos tarros. Entre tanto vamos a conocernos de verdad.