Avanzar, crecer y mejorar implica reforzar conocimientos, habilidades y competencias para, de esta forma, alcanzar la meta fijada.

Esto es lo que hemos estado haciendo esta semana, empezando por conocer las debilidades y fortalezas de las diferentes generaciones que confluimos en la lanzadera de A Coruña: Baby Boomers, Generación X, Millenials y Generación Z. Cada cual cuenta con unas características que hemos sabido examinar para sacarles todo su potencial. En base a esta reflexión, hemos hecho un ejercicio de roleplay consistente en la realización de entrevistas de trabajo, asumiendo los roles de entrevistado y entrevistador, que ha tenido como resultado la consolidación de nuestros argumentos y capacidades.

Siguiendo con el refuerzo de estas disciplinas, nuestra compañera Lucía impartió un taller de Linkedin para ampliar nuestra visibilidad en la red. De esta forma, optimizamos los perfiles, adquirimos pautas para utilizar de forma correcta esta red y descubrimos cómo interactuar con los contactos y los grupos.

Por último, pero no menos importante, hemos realizado una dinámica de inteligencia emocional, lo que nos ha servido para reforzarnos como individuos y candidatos. Un momento que se vio afectado por la despedida de nuestra compañera Edurne, que nos ha dejado para proseguir con su formación profesional y a la que deseamos todas las suertes del mundo, así como por el regreso sorpresa de nuestro amigo Rosendo, el primer participante de esta lanzadera en lograr su objetivo de empleabilidad, que vino a visitarnos y a insuflarnos aire para motivarnos en la consecución de nuestras metas.

“Cada generación, dentro de una relativa opacidad, tiene que descubrir su misión, cumplirla o traicionarla” 

Frantz Fanon