Gira la llave, inicia el cambio

Un nubarrón gris nos rondaba a todos y todas antes de empezar en este proyecto. Parece que cada cosa que hacíamos, no salía como esperábamos. La frustración, la desmotivación y, en muchos casos, la resignación acentuaban, mucho más, el gris de ese nubarrón que llevábamos encima.

El frío otoño y la lluvia no ayudaban a que esa situación mejorase. Sin embargo, un día, a finales de noviembre, recibiríamos una de las mejores noticias que podríamos esperar: habíamos sido seleccionados/as como participantes de la Lanzadera de Empleo de Langreo.

La alegría, el optimismo, y la valentía sustituyeron rápidamente a las emociones grises ya que se presentaba ante nosotros un nuevo proyecto, una nueva oportunidad para luchar y conseguir nuestros sueños. 

Lo mejor de este camino es que la soledad no tiene cabida ya que a nuestro lado, vemos como otras personas trabajan y luchan por un mismo objetivo que es lograr la inserción laboral de cada uno de nosotras/os.

Todos estos cambios nos ayudan a salir de nuestra zona de confort que, en muchas ocasiones, se convierte en una especie de enemigo que no nos deja sacar lo mejor que tenemos. Los cambios suponen, por supuesto, un esfuerzo para todas las personas sin embargo, al igual que los retos, nos ayudan a mejorar personal y profesionalmente. 



Ganar confianza en nosotras/os mismas/os e ir superando cada día pequeñas metas harán que todo este esfuerzo valga la pena y, al final del camino, la recompensa será muy gratificante. Por ello, estamos dispuestas/as a trabajar, a mejorar y a (re)construirnos como personas y como profesionales.

Todas las buenas sensaciones que tenemos nos han hecho considerar que la Lanzadera es la llave de nuestro cambio. El futuro no está escrito y aún queda mucho por delante así que, a partir de ahora, lucharemos de forma conjunta para que nuestras aspiraciones y sueños se cumplan. Porque ya lo sabemos, a veces, la última llave es la que abre la puerta.