La mejor manera de describirme es a través de los sentidos, de los cinco sentidos:

Soy unos ojos, que lo ven todo, que captan los matices y las reacciones de mis compañeros, los malestares y los colores de las camisetas alegres. La luz me gusta por su transparencia, su nitidez: ver y que me vean.

Soy el oído, escucho a quienes tengo cerca, el tono de voz o los silencios, son música para mí. Escucho el suspiro de un perro o el ruido de las olas.

Soy olfato. Mi nariz me precede para intuir lo fresco. Tengo el olfato de los prudentes.

Soy boca. Mi fuerte es la palabra, la que escucho y la que digo para animar o apoyar en las decisiones. Busco la palabra justa que es la que roza lo genial.

Soy tacto. Y la piel. Tocar el hombro del compañero para acercarme, para disculparme o para saludar. Un apretón de manos que cierra un negocio o inicia una amistad.

Soy los cinco sentidos, alerta y dispuestos a cualquier conquista.

Por mi trayectoria profesional, puedo aportar experiencia en el ámbito de la edición, de la gestión cultural, de la gestión de equipos multidisciplinares y de la docencia (becaria de la Consejería de Educación para apoyo escolar en centros de secundaria, 2014)