“Quien logra sobrevivir no es el más fuerte o el más inteligente, es quien gestiona mejor los cambios, quien los genera y se adapta a ellos”. Charles Darwin.

El cambio a tiempo es un acto de supervivencia, hace posible reponernos de las adversidades, aceptar el cambio en nosotros mismos y seguidamente el de los demás. A mí me tocó cambiar: de país, de casa, amigos, de familia, comida, bebida, diversión, empleo y pare de contar. Pero he de confesar que contemplando mi vida ahora mismo “me gusta”. Por tanto, creo firmemente en que el cambio es transformación y salir de nuestro estado de confort en consecuencia.

Ahora, cómo lo comunicamos es trascendental. Vivimos una nueva era que nos hace mirar con lupa nuestro comportamiento: gustos, preferencias (consumidor o usuario, cliente). Quienes ahora somos más exigentes, curiosos e impacientes.

Ya no basta replicar el mundo offline al online sino debemos mejorar la experiencia (datos y tecnología) ya no son solo las necesidades de los clientes sino adaptarnos rápidamente a sus nuevos comportamientos (formatos de comunicación).

Saber mejorar la experiencia de toda la gente pasa por el compromiso de: satisfacer sus necesidades e implica conocernos y conocerlos a todos profundamente para entender dónde está nuestra audiencia y cómo dirigirnos a ellas. Con el mensaje apropiado en el momento adecuado. Es necesario hacer un análisis exhaustivo de esa audiencia mediante la utilización de big data para poder aprovechar mejor los recursos con los que contamos e impactar de manera eficaz y rápida.

“Somos emoción y experiencia”