Entrevistas perfectas para candidatos perfectos

Tras cuatro meses de arduo trabajo, y a sólo uno de su conclusión, los integrantes de la Lanzadera de Empleo de Avilés 2018 encaramos la recta final de este intenso proyecto. A lo largo del tiempo que hemos pasado juntos, hemos tenido ocasión de descubrir, concretar y potenciar algunos de los elementos no sólo valorables, sino ciertamente imprescindibles, a la hora de buscar un empleo: la autoestima, el autoconocimiento, la concreción de nuestro foco de búsqueda, la mejora de nuestro currículum… Todo ello con el objetivo de prepararnos para el gran momento de esta aventura: enfrentar una entrevista de trabajo. Y precisamente esa prueba crucial fue el tema que abordó en profundidad Balbino González Sáez, consultor de la compañía LinkinPeople Recursos Humanos S. L., durante la master class que nos ofreció el pasado miércoles, 13 de febrero de 2019.

Ante todo, González se encargó de desmontar algunos de los mitos más arraigados entre aquellos que aspiramos a insertarnos en el mercado laboral. Uno de ellos fue la creencia de que una entrevista no es una súplica de empleo, sino una negociación en la que las dos partes, empleador y candidato, deben tratarse de igual a igual, y en la que ambas tienen algo que ofrecer y algo que ganar. Así, criticó acudir a los encuentros con las empresas con perfiles demasiado bajos, abusando de la humildad y sin aprovechar la ocasión para “vender” nuestras virtudes y talentos.

Ahora bien, el extremo opuesto resulta igualmente poco recomendable, pues un aspirante agresivo e intimidante tendrá pocas posibilidades de ganarse la simpatía de su interlocutor. El término medio, un comportamiento educado, honesto y natural, es la opción ideal. ¡Y que no desesperen aquellos que tengan dificultades para alcanzar dicho equilibrio! Es algo que, con paciencia y esfuerzo, puede entrenarse.

Del mismo modo, Balbino desterró la leyenda de que es preciso cumplir todos y cada uno de los requisitos recogidos en una oferta de trabajo. En su opinión, “basta con responder a un 60%, más o menos, para que merezca la pena aplicar a ella”. E insistió reiteradamente en evitar las mentiras, tanto en el currículum como en la entrevista, y en conocer al dedillo el contenido de dicho currículum, pues es usual que los entrevistadores pregunten por detalles del mismo.  

Por último, nuestro invitado arrojó un soplo de esperanza afirmando que, pese a la precaria situación del mercado laboral en la actualidad, las empresas sufren serias dificultades para encontrar candidatos tan formados como demandan. En consecuencia, nos animó a no dejar pasar ninguna oportunidad, a valorarnos tanto como merecemos y a no desfallecer pese a los obstáculos con que nos podamos topar.