Este martes hemos tenido una sesión muy enriquecedora en la Lanzadera de El Ejido, como siempre que trabajamos sobre nosotros mismos.
Cada uno, hemos elaborado nuestro propio lema personal y realizado en un texto limitado un jugoso extracto de lo que queremos y creemos ser y hacer. Así descrito parece fácil, pero podemos asegurar que se trata de una ardua y concienzuda tarea, sobre todo concienzuda ya que la introspección es muy necesaria para la prospección y consecución de nuestros objetivos.
Y como nos gusta aprovechar todos los recursos y sacarles el máximo jugo, en esta misma sesión hemos preparado un “elevator pitch” personal, una labor muy constructiva e imaginativa, que además ha exigido de nosotros la máxima racionalidad, objetividad y eficiencia.
Para despedir la mañana, hemos disfrutado y sufrido al mismo tiempo (en el buen sentido), con la escenificación de nuestro propio discurso de presentación y convencimiento, el mencionado elevator pitch, una situación que nos prepara para futuros, aunque no lejanos, escenarios similares, como pueden ser una entrevista, autocandidatura o presentación de un proyecto.
Os animamos a que lo pongáis en práctica,