Deshaciéndonos de los miedos

Dar la espalda a los miedos no es nada fácil. Para nadie. Pero siempre es mejor hacerlo en compañía que solo así que nos reunimos con las compañeras que restan en la lanzadera de Elche. Todos llevamos nuestros miedos como una pesada carga que nos ancla muchas veces y no nos deja avanzar. Teníamos que deshacernos de ellos y hacerlos tangibles en forma de piedras nos dió la oportunidad de ser conscientes de ellos. Uno a uno fuimos compartiendo y lanzándolos lejos con el firme propósito de no dejarlos, nunca más, que nos arrastren.