Cómo despertar nuestro pensamiento creativo, con Jorge García

Ya sabíamos de la importancia de diferenciarse del resto, en un entorno tan competitivo como es el de la búsqueda de empleo, en el que un simple matiz puede implicar conseguir el objetivo… o quedarse a las puertas. Hoy, para ayudarnos a conseguir ese matiz diferenciador, hemos contado con la aportación de Jorge García, sociólogo, experto en innovación, y colaborador habitual del programa Lanzaderas.

Para empezar, nos ha invitado a volver a la infancia. De niños somos capaces de pensar de manera diferente, más creativa, porque estamos libres de prejuicios que nos van limitando con los años. Por eso, como presentación, nos decía que lo que hace es ayudar a la gente a pensar de manera diferente. ¿Con qué objetivo? Aparentemente sencillo: porque la creatividad no es otra cosa que la capacidad que tenemos para resolver problemas. Y no hace falta ser un genio para hacer esto, sino cambiar nuestra manera de encararlos.

A través de sencillos ejercicios prácticos, nos ha ido dando pautas que nos ayudan en esa dirección, descubriendo que, en mayor o menor medida, todos tenemos una capacidad creativa que no exprimimos. Y sí, todo se entrena, si bien es cierto que el máximo provecho de esta habilidad requiere de tres factores: aptitud, actitud y acción.



Esto vale, y ahí es donde podemos empezar el “entrenamiento”, desde los pequeños obstáculos cotidianos del día a día, detectando posibles mejoras. El siguiente escalón en la pirámide sería identificar opciones de cambio para superarlos. Si la idea es buena, y lo es cuando resuelve el problema, habremos llegado al siguiente nivel: lograr una transformación. La cúspide, la “bombilla encendida”, es cuando con esa transformación logramos un impacto positivo. O lo que es lo mismo: una solución creativa e innovadora. Por citar un ejemplo que todos conocemos, ¿a quién se le ocurrió poner ruedas a una maleta?

Haciendo esto práctico de cara a nuestro objetivo de mejorar nuestra empleabilidad, Jorge nos invitó a dar un enfoque diferente a este propósito. Con una única prohibición, por lo que tiene de limitante: la palabra “pero”. Y con una perspectiva completamente abierta: ¿por qué no?, ¿por qué no yo? y… ¿por qué no ahora? Y es que, como nos decía para terminar, “creer y crear están a solo una letra de distancia”.