Aviones de papel, la metáfora del emprendimiento

 

Hemos comenzado la semana indagando sobre nuestras iniciativas emprendedoras,  tanto las de poner un negocio en marcha como las relacionadas con cualquier otro tipo de decisión. De este modo, el tema, en el que continuaremos trabajando a lo largo de la semana, es aporvechable para quienes tenemos intereses emprendedores y para los que no nos planteamos ser nuestros propios jefes.

Hoy te invitamos a que además de leer, nos acompañes haciendo un avión de papel. 

No te preocupes por cómo ha de ser, nosotros hemos hecho aviones de diferentes tamaños y aerodinámicas.

 Algunos no recordábamosni  cómo se comenzaba a doblar el papel, así que preguntamos y buscamos un tutorial. Si tú tampoco te acuerdas, puedes hacer lo mismo. De la misma manera que si no sabemos cómo poner una idea en marcha, buscaremos información y consultaremos a quién creamos que nos puede ayudar.

 

Una vez el avión está hecho, lo más propicio, es decir, el objetivo de hacer un avión de papel, es lanzarlo. Siguiendo con la metáfora, conocer el objetivo de nuestra iniciativa es fundamental para saber cómo hacerlo y valorar su idoneidad y funcionamiento.

 

Echa el avión a volar. ¿Has dado en el blanco al que habías apuntado? Si es que sí, enhorabuena, no se suele acertar a la primera. Si es que no, no pasa nada, revisa tu avión, modifícalo, mira algún otro ejemplo…

 

 

Con los negocios, el análisis de cumplimiento de los objetivos e ir mejorando y afinando el proyecto, también es una tarea obligatoria; tanto si el negocio va bien, como si no. En cualquier caso, un fracaso, y no es un tópico, es siempre un aprendizaje. Y si después de varios cambios, el avión sigue sin volar con la trayectoria que nos gustaría, tal vez debamos pensar en hacer un cambio radical, ¿no?

 

Emprender no es tan sencillo como hacer un avión de papel, eso seguro, pero la metáfora nos sirve para ejemplificar pasos comunes. Además, la papiroflexia siempre ha exigido transformar el papel otra cosa, ponerse en acción.