Autocandidatura

Cuando pensamos en nuestro puesto de trabajo soñado siempre sentimos preferencia por alguna empresa.
 
Si  nos quedamos de brazos cruzados y esperamos a que la empresa publique alguna oferta de empleo nos pueden salir canas ya que un alto porcentaje de esas ofertas no salen a la luz. Nos referimos en concreto a las ofertas de empleo ocultas. Muchos puestos de trabajo se cubren mediante la red de contactos de sus propios empleados o el responsable de encontrar nuevos talentos, por urgencia, recurre a candidatos que se han ofrecido sin que hubiese habido publicada una una oferta. Hablamos de la AUTOCANDIDATURA.
 
La autocandidatura nos permite destacar nuestros valores y competencias.  Con ella mostramos iniciativa, motivación y ganas de trabajar.  Nos ayuda a generar un mayor impacto y logramos mayor efectividad con nuestro currículum.
 
Para hacer una buena autocandidatura, debemos realizar previamente un trabajo de investigación. Visitar la web y RRSS de la empresa nos ayudarán a conocer su cultura, valores, misión y visión. Así podremos resaltar en nuestra candidatura los valores que compartimos, contarles los beneficios que la empresa tendrá al contar con nosotros y cómo nuestra labor contribuirá a que la empresa alcance con éxito sus objetivos.
 
Hay varias maneras de presentar nuestra Autocandidatura:
 
        • Telefónicamente
        • Presencialmente
        • Mediante correo postal o electrónico
 
Seamos claros y concisos. Comenzaremos presentándonos e indicando el puesto de trabajo que queremos desempeñar y para el cual estamos preparados. Pondremos en valor nuestras fortalezas y talento. No nos olvidemos de usar una correcta ortografía.
 
Cada autocandidatura será personalizada, deben saber que nos hemos tomado un tiempo en conocerles y transmitir nuestro interés en su actividad o en los servicios que ofrecen a la sociedad. Igual que “cada persona es un mundo” cada empresa es un ente con personalidad propia.
 
“Ve con confianza en la dirección de tus sueños. Vive la vida que has imaginado” Henry David Thoreau