Allá va la despedida, 
la que echamos en medio el puente,
tú te vas hacia la ermita,
yo me voy hacia la fuente.

Hoy ha sido nuestro último día de Lanzadera, y como en toda buena jota hemos entonado nuestro "allá va la despedida", que no es más que un hasta pronto.

Marta, nuestra guía en este viaje, lo ha descrito muy bien cuando nos decía que hemos recorrido juntas una parte del camino y ahora nos separamos para retomar nuestra propia senda. Eso sí, mucho mejor equipadas que cuando comenzamos.

Tenemos una brújula que nos marca hacia qué dirección marchar. Hemos dibujado nuestro propio mapa con las etapas, las paradas y el destino final. ¡Alguna hasta ha llegado ya! Hemos superado con creces las pruebas de supervivencia y hemos adquirido un montón de destrezas para guiarnos y enfrentarnos a cualquier obstáculo. Hemos llenado nuestra mochila de ilusión, de motivación y de esperanza.

Pero sobre todo, lo hemos logrado trabajando juntas, apoyándonos las unas a las otras, compartiendo conocimientos, experiencias, alegrías y tristezas, mucho respeto, cariño y energía, y encendiendo con ilusión nuestro ordenador, portátil o tablet cada lunes, martes y jueves para conectarnos a nuestro salón virtual, donde hemos recibido la visita de generosos profesionales que nos han aportado nuevas herramientas para desenvolvernos mejor. 

Gracias por todos los aprendizajes, por haber podido participar en un proyecto tan enriquecedor, personal y profesionalmente. 

Nos vemos pronto, yo me voy hacia la fuente...