Visita a las dependencias de COGAMI

Esta mañana hemos estado en la sede de COGAMI, entidad con la hemos colaborado en las jornadas de sensibilización de la pasada Semana Europea de la Movilidad, para asistir a una charla de sensibilización y conocer en persona sus instalaciones y el trabajo que realizan.

Los servicios que ofrece COGAMI se orientan a las personas con discapacidad, por lo que empezamos aclarando este término. Legalmente, empieza a considerarse que una persona se encuentra discapacitada funcionalmente si está en posesión de un certificado del 33%. Esta valoración la lleva a cabo un Equipo de Valoración y Orientación (EVO) multidisciplinar, y se realiza atendiendo a la dolencia concreta sufrida por el solicitante (su limitación sensorial, física o psíquica), y teniendo también en cuenta los factores socioeconómicos de su situación emitido por dicho equipo. Si se trata de una incapacidad permanente para ejercer la profesión habitual de la persona, existen tres grados: incapacitación permanente total para la profesión habitual, absoluta y gran invalidez. La valoración se realiza por parte de los Equipos de Valoración de Incapacidades (EVI). También tuvimos la oportunidad de conocer in situ todos los servicios que ofrece COGAMI, entre los que destacan los de información y asesoramiento, formación, empleo, accesibilidad, ocio adaptado, sensibilización de la sociedad general…

Posteriormente, tuvimos un rato para discutir sobre las diversas dificultades a las que se enfrentan constantemente las personas con una diversidad funcional de cualquier tipo. En los más diversos ámbitos, se encuentran diferentes barreras que impiden constantemente su actividad normal y su participación plena y efectiva en la sociedad. Los tipos de barreras a los que se enfrentan son tanto físicas y arquitectónicas, como de comunicación, políticas y mentales.

Por otro lado, hemos podido debatir sobre el trato que se ofrece a este colectivo desde la población general y las administraciones, y hemos llegado a la conclusión de que normalmente, o bien se les presta demasiada atención o se les ignora; creemos que esta actitud paternalista, de sobreprotección, carente de empatía, tiene sus motivos principales en el desconocimiento, el miedo o vergüenza y en muchas ocasiones, la falta de interés. 

En el área laboral, que tan importante es para nosotros, conocimos las relaciones que desarrollan con COGAMI las empresas interesadas en contratar personas con algún tipo de discapacidad. Algunas de estas empresas todavía tienen dudas acerca de si determinado perfil con discapacidad será capaz de realizar determinado trabajo, si su rendimiento será bueno, si cogerá más bajas... Desde nuestro punto de vista, la correcta adaptación de cualquier persona a un puesto dependerá de dos grupos de variables: las del empleado (como la adecuación de sus competencias a la tarea a realizar), y las del propio puesto, como que las funciones estén bien definidas, los procesos hayan sido optimizados… En definitiva, nadie es capaz de realizar todos los trabajos, pero todos sabemos hacer bien muchas cosas si se nos da la oportunidad.

Nosotros queremos quedarnos con una conclusión: que lo importante son los individuos, las personas, y no ninguna de sus capacidades funcionales concretas. Debemos pensar que el respeto a cualquier persona pasa por el respeto a su diversidad y especialidad, y que la normalidad, por definición, es rica y heterogénea. 

Para acabar, os dejamos un vídeo con el que seguir reflexionando: