Verónica Pérez

 

Verónica Pérez es participante de la Lanzadera de Empleo de Carballo en su edición del 2019. Vamos a conocer un poco más sobre Verónica, educadora social y formadora, y de su experiencia como parte del programa de las Lanzaderas.

¿Qué te llevó a participar en el programa de las Lanzaderas de Empleo?

Me llegó la oportunidad de participar en una Lanzadera y no me lo pensé dos veces, había estado en desempleo anteriormente y me atrajo especialmente la metodología del programa de trabajo en equipo. La búsqueda de empleo puede ser una tarea ardua, a menudo llena de altos y bajos, puede ser muy aislado cuando se hace de forma individual. Fue una decisión realmente acertada.

¿Qué te ha aportado el participar en el programa?

Ha sido una experiencia enriquecedora a muchos niveles, por un lado, lo que ya he señalado de formar parte de un grupo de personas que están en una situación similar, la del desempleo, ha sido realmente motivador y un gran apoyo. Como educadora social soy facilitadora de procesos grupales y sé de primera mano el valor que aporta la pertenencia a grupos donde se comparten objetivos comunes. Hemos podido animarnos, acompañarnos, a veces frustrarnos juntos, y también reírnos por el camino :-)  Por otro lado han sido muchas las herramientas y recursos de gran utilidad práctica que hemos adquirido: como las herramientas de mejora del CV, conocer el funcionamiento de LinkedIn, la práctica de entrevistas y de dinámicas grupales, por mencionar algunas. Hemos conocido a organizaciones y profesionales muy interesantes que han venido aportar su granito de arena al programa, ofreciéndonos un taller o contándonos su experiencia, como es el caso de @Lorena Leis de Pharos Innovación Educativa, @David López de Equipo Humano, o @Tania Vilariño de Emociación, entre otras. Por último, uno de los valores añadidos del programa para mí es que ha ampliado exponencialmente ni red de contactos o ´network´, a través de las intermediaciones o visitas a empresas y entidades. En todos los casos nos han abierto las puertas con gran amabilidad e interés, ha sido muy valioso tener la oportunidad de conocer de primera mano algunas entidades del sector social o educativo, conociendo mejor sus proyectos y su labor, además de que es lo que valoran en sus procesos de selección.

En relación a ti como profesional, ¿cómo descubriste tu vocación?

De alguna forma, me influyeron mis orígenes, mis padres no habían tenido la oportunidad de estudiar y estaban muy orgullosos de que mi hermana y yo pudiéramos ir a la universidad. Ambas terminamos nuestros estudios gracias al apoyo y acompañamiento incondicional que tuvimos de nuestros padres, pusieron en práctica uno de los principios pedagógicos que considero más importantes: que valoraron siempre nuestro esfuerzo más que el resultado. 

Así en mi propia experiencia vital me ayudó a descubrir mi interés en la educación como herramienta de transformación para mejorar la vida de las personas. La educación social trata de acompañar a personas, grupos y comunidades para la mejora de sus realidades, poniendo en valor los propios recursos y fortalezas. Como profesional acompañas a las personas y grupos para que sean los protagonistas de sus procesos. 

¿Qué experiencia laboral te ha marcado más como profesional y porqué?

La que destacaría fue la experiencia como educadora social en el programa ‘Head, Heart, Hands’, en el ámbito de la acogida familiar en el Reino Unido. Fue un programa de cambio de enfoque hacia un modelo de trabajo basado en las relaciones. Como educadora pude poner en valor habilidades profesionales muy diversas por la variedad de tareas que llegué a realizar, por un lado la intervención directa con infancia y familias, y también el trabajo grupal con adolescentes. Por otro lado, desarrollé tareas formativas para padres y madres acogedoras y para profesionales, también facilité grupos de supervisión y de apoyo. Como resultado se consiguió aumentar la involucración de las familias en diferentes áreas de la organización, como la formación interna o la oferta de ocio, no solo como participantes si no también como facilitadores y planificadores de las actividades. Como consecuencia se mejoraron la comunicación, las relaciones  y el clima organizacional a todos los niveles. Sobre esta experiencia reflexioné y co-escribí un artículo junto a Simon Johr, que se publicó en RES (Revista de Educación Social). 

¿Cúales crees que son tus puntos fuertes como profesional?

Me define mi pasión por la educación, me inspiran las personas y creo en la potencialidad humana para el cambio y la transformación. Una de mis habilidades es el trabajo con grupos, facilitando que todas las personas puedan aportar al conjunto, potenciando las fortalezas y los recursos personales de cada uno/a. ¿Y cómo lo hago? Principalmente echando mano de la creatividad, mi valor añadido. A lo largo de los años me he especializado en metodologías expresivas y creativas, herramientas fantásticas en cualquier proceso de desarrollo y de aprendizaje. Hoy en día se valoran mucho los idiomas, y tras diez años viviendo y trabajando en el Reino Unido puedo decir que domino perfectamente el inglés :-)

¿Dónde crees que puede encajar tu perfil?

Ahora se utiliza mucho el término ‘polivalencia’, pero lo cierto es que como profesional podria encajar en diversidad de proyectos o entidades que trabajan con personas. Lo importante para mí es que esté en consonancia con mis valores, y que apueste por la innovación social y educativa. Puedo aportar creatividad, el ser una buena ‘team player’ (se puede traducir como que da lo mejor de sí misma trabajando en equipo), y la capacidad de análisis y reflexión sobre la propia práctica profesional para la mejora continua.