Protagonista por un día, Inma.

 

 

Inma Temprado Carrillo afirma ser apasionada de la naturaleza, la fotografía y los números. Y qué mejor combinación para una educadora infantil.

 

Trabajar con niños llena tu mente de fotografías, de recuerdos con forma de risas, emociones y complicidad.

En el caso de Inma, las fotografías seguro que son tan preciosas como las que realiza en sus fotoquedadas, porque tanto unas como otras están hechas desde el corazón.

 

Inma, suma cualidades con sus habilidades comunicativas, de planificación y gestión de prioridades y resta problemas, dada su capacidad resolutiva para conseguir, con optimismo,  educar, y que realizar esa tarea sea como un paseo agradable y emocionante por la naturaleza.  

 

Un, dos, tres…os invito a ver con detalle el retrato de nuestra compañera leyendo su entrevista.



 

1.¿Cómo te definirías ?

 

Soy una persona optimista, responsable, flexible y tolerante. Me gusta la formalidad y las cosas bien hechas. Pienso que aquello que nos apasiona da mucha información sobre nosotros.

Me encantan las matemáticas, la naturaleza, la fotografía, conocer lugares nuevos y, sobre todo, compartir momentos con mi familia y mis amigos.

 

2.¿Cómo estás viviendo tu paso por la Lanzadera?

 

Formar parte de la Lanzadera es una gran oportunidad. Es enriquecedor estar en un grupo, con quienes compartes ilusiones, objetivos; y dónde, además, se expresan opiniones diferentes, sugerencias, propuestas, críticas…

Buscar trabajo es un reto menos complicado si se hace en equipo. Con este proyecto innovador tenemos a nuestro alcance un amplio abanico de recursos que nos dan visibilidad en el mundo digital, aprendemos nuevas formas de mirar y descubrimos qué es lo que nos da valor a cada uno, lo que nos hace únicos.

 

3.¿Qué objetivos deseas alcanzar y cuál sería tu empleo ideal?

 

Me gustaría encontrar un trabajo en el que poder mostrar lo que sé hacer, que me motive, que me haga sentir que estoy donde quiero estar.

Por mi experiencia, he descubierto que me encanta enseñar, captar la atención, despertar la creatividad y el querer saber. En la misma medida, estoy decidida a seguir aprendiendo para mejorar.



 

Acompañad la lectura de estas palabras poniéndole un tono sosegado, pausado y suave –como lo haría Inma con su dulce voz- y aún la habréis conocido un poco mejor.

 

Educar no es tarea fácil. Y educar a los niños es además una gran responsabilidad.

 

Que haya personas como Inma, preparadas y capaces de no sólo educar, sino de educar en valores, estimulando la imaginación e invitando a pensar, es digno de mención y una gran suerte para todos. Personas como ella colaboran en la construcción de mejores personas.

 

Inma es perfecta para ello, porque Inma es un tesoro y mucho mucho +.



 

 Redacción: Ester Menchero Lara