Jose, el queroseno de nuestra Lanzadera

 

Jose es de esas personas que sonríe todo el rato, y sonriendo conversamos.

Sueña con una jornada de ski y un partido de tenis, y es que la vida le quiso poner un punto y aparte, y la suerte le dio un punto y seguido. Después de aquella experiencia, persigue estos sueños practicando natación pese a que no le gusta nada. Sueña con vivir un año en Italia, con Conchi y con Iker, y cuando lo menciona, percibo que lo logrará, porque Jose no desiste, no abandona, tiempo al tiempo. Me habla de su madre, una mujer que enviudó muy joven y sacó a su familia adelante con esfuerzo y determinación. Esos valores que Jose transmite en nuestras reuniones. La determinación y vitalidad que él comunica sin abrir la boca. La perseverancia y la fe en uno mismo.

Sigue vinculado al mundo de la comunicación, en el que lleva dos décadas. Recuerda cuando para cubrir una noticia tenía que levantarse a las 4 de la madrugada, y no permitirse sentimentalismos al momento que había que fotografiar los restos de un atentado. "Tiempos difíciles", apunta. Esa etapa le enseñó mucho pero ya quedó atrás, y añade sereno que ahora no lo haría."Que los trabajos también pasan y son para otro momento"

Su cara se ilumina cuando habla de la Lanzadera: "lo más gratificante es trabajar con personas"

Por cuarto año, se sube al proyecto de Innovación Social para el Empleo de la Diputación Foral de Bizkaia coordinando un equipo de 20 personas. Es impulsor, tractor, motor y de esos anfitriones que se posiciona a un lado y cede el sitio, la voz y el protagonismo a los integrantes del proyecto. Es capaz de cohesionar las sinergias y características de un equipo tremendamente variado, y lograr que cada uno, a distinto ritmo, vaya sacando todo su potencial. Se llama a sí mismo desorganizado, sin embargo, el programa avanza a buen ritmo cumpliendo sus objetivos. Llevamos un mes y ya nos sentimos empresa, funcionamos con una, y estamos obteniendo beneficios.

¡Nos vemos en la pista Jose!

 

María Seisdedos.