Hablar siempre con eficacia y con placer escénico

Esta semana, junto con nuestr@s compañer@s de las Lanzaderas de Parla y de Alcalá de Henares, tuvimos el privilegio de asistir al taller de Oratoria de Ángel Ignacio Lafuente Zorrilla.

 

Y algunos os preguntaréis, ¿quién es? Ángel Lafuente es uno de los mayores expertos en Oratoria, lleva décadas difundiendo su amor por la palabra a miles de personas. Periodistas, políticos, empresarios, docentes, técnicos, sindicalistas,…  Han aprendido a comunicarse ante los demás de una forma eficaz y segura gracias él. Presidente del Instituto de Técnicas Verbales, formador de oratoria en universidades, escuelas de negocios, administraciones públicas, empresas y asociaciones. Durante 35 años fue locutor y presentador de TVE. Trabajo como locutor del NODO y de la ONCE.

 

Esta vez el taller fue en Alcala de Henares, pareciamos unas adolescentes a las que nos llevaban de excursión, donde en el autobús conocimos a nuestr@s compañero@s de Parla y como no, era imposible no cantarle el cumpleaños feliz a nuestra compañera y ya amiga Beatriz.

 

 

Cuando llegamos, cual fue nuestra sorpresa que los compañer@s de Alcalá nos tenían preparada una grata sorpresa, un desayuno Networking, ¡¡muchas gracias chic@s!!.

Cuando Ángel Lafuente llegó, comenzó presentándose. Nos comentó, que cuando se enteró de la idea de Lanzaderas, le encantó, “parados ayudan a parados”.

A continuación nos comunicó que su metodología es única, son totalmente diferentes de todo lo que hay en el mundo. Es un cambio de costumbres, que el que se lo propone y realiza su metodología, llegará a ser un gran comunicador. Que no hace falta nacer para ser bueno.

 

“Todo lo que yo enseño, me lo ha enseñado y me lo sigue enseñando un gran maestro de laboratorio y de la vida, ese gran maestro es, el Sentido Común”.

 

En su discurso, siempre nos contaba anécdotas suyas para que reflexionaramos y entendiéramos lo que nos quiere transmitir. Uno de sus objetivos, era conseguir que tuviéramos la máxima seguridad personal y profesional. Ya que es uno de los requisitos imprescindible para perder el miedo escénico.

 

¿Y como lo hacemos? nos dijo frases como:

A quien debemos de querer es a nosotr@s mismos.

Nadie vale más que tu, para ti, como nadie.

El miedo escénico es una insoportable falta de respeto contra tí mismo.

Debemos de ser, acogidos, aceptados, comprendidos, perdonados y amados.

El amor no se reparte, el amor se multiplica. Cuando te quieres más a ti, quieres a los demás, familia, amigos, a los destinatarios de tus mensajes…

Quien contra mi, si yo estoy conmigo.

Yo soy lo más sagrado para mi, soy lo que más quiero en el mundo. Y eso no es vanidad. El vanidoso es aquel miserable que no se quiere a sí mismo, y por eso va mendigando el aplauso de los demás.

Tenemos que ser nuestro mejor amigo.

Tomar conciencia de que tú eres lo mas sagrado que ha parido madre y que este mundo es un jodido teatro, eso te da seguridad personal.

 

En todo momento conseguía que estuviéramos atentos a él, con sus palabras sinceras, cercanas, ajustadas al tipo de usuarios, sus silencios, con la velocidad a la hora de emitir la palabra, sus bromas, preguntándonos, subiendo el volumen de voz, interpretando, e incluso con palabras malsonantes. Todo para captar nuestra atención, y os aseguro que lo consiguió, eso sí, hubo muchas risas e incluso lágrimas. Las lágrimas, fueron cuando nos contó el día que fue el mejor orador del mundo. Ese día fue, el día que perdió a su madre. Él escribió con mucho amor unas palabras a su madre. Al empezar a leerlas, las lágrimas le impidieron poder hacer la lectura correctamente, era incapaz de leer... Aquella vez en su discurso, hubo más silencios que palabras. Pero lo mejor, es que comunicó con sus lágrimas y sus silencios, el gran amor por su madre. Una gran lección, que nos deja para que reflexionemos sobre ello.

 

Y ¿Cómo consiguió que en esas dos horas saliéramos con más seguridad?. Nos explicó, que desde la infancia nos enseña a ser humildes, a callarnos… Refranes y frases como;

 

El orador nace y no se hace.

En boca cerrada no entran moscas.

La mejor palabra es la nunca dicha.

El hombre es dueño de sus silencios y esclavos de sus palabras. Y él lo corrige diciendo, nosotros somos dueños de nuestros silencios y de nuestras palabras. ¿Y que nos quiere decir con todo esto? pues que desde bien pequeños nos enseñan a NO SER LIBRES. Y nos lo ratifica con un ejemplo. Si en la sala no hubiera nadie y habláramos un minuto de reloj, no experimentamos miedo. Sin embargo, experimentamos miedo cuando la gente entra a escucharnos. ¿Que quiere decir esto? Que dependemos del qué dirán. Y finaliza éste ejemplo diciéndonos: Que no podemos bajar la mirada ante nadie, el corazón ante nadie y alma ante nadie. Porque entre otras grandes razones ”Nadie es nadie superior a nadie y nadie es inferior a nadie” somos todos actores, iguales en valor pero con diferentes papeles a interpretar.

“Nadie es más que nadie ni menos que tú”.

 

Otra lección que nos dá es, que cuando tomamos la palabra la finalidad que hay que perseguir es comunicar. Y si hay una distracción en la sala hay que callarse, y cuando se ve que todas las personas están atentas, se continúa hablando.

 

Uno de los Ejercicios que realizamos:

Él preguntaba y nosotros respondíamos:

Ángel: ¿A tomar la palabra qué finalidad debe de perseguir?

Nosotr@s: Comunicar.

Ángel: ¿Comunicar que?

Nosotr@s: El discurso principal.

Ángel: ¿Lo que no es discurso principal lo llamamos?

Nosotr@s:  Discurso vampiro.

Ángel: Hay discursos vampiros

Nosotr@s:  Evitables e inevitables

Ángel: ¿Cual es el peor discurso vampiro evitable?

Nosotr@s:  El miedo escénico y su maldita familia

Ángel: ¿Quien es el mayor maestro de la comunicación verbal?

Nosotr@s:  El sentido común.

Ángel: ¿Quien es el mejor modelo de comunicador?

Nosotr@s:  Yo mismo

( risas.. y  aplausos)

 

Otro ejercício para decirlo en voz alta todo@s:

"De entrada no acepto nada de nadie del todo nunca"

 

 

7 pasos para comunicar con eficacia

Superado el terror, debemos aplicar algunos fundamentos básicos de la comunicación para que resulte exitosa:

  1. Nunca usar la palabra antes que el pensamiento, y eso a pesar de que la velocidad de la mente es 10 veces superior a la de la palabra hablada.
  2. No interrumpir la frase. “Sólo comunica la frase completa, no la incompleta”.
  3. Usar frases breves. Se expresan y entienden mejor.
  4. Mirar a los ojos. “Que tú sientas que te miro y yo perciba que te estoy mirando”.
  5. Gesticular con libertad. Mover las manos para acompañar el discurso sin rigidez. “El gesto libre lo pide el cuerpo, ya que el ser humano no se comunica sólo hablando, sino que se comunica por entero, y muy especialmente con el rostro y las manos”.
  6. Velocidad apropiada. “En cada momento disponemos de una velocidad posible y adecuada. Lo mismo sucede con el discurso”. La velocidad adecuada lo será en torno a dos elementos: al público al que me dirijo y a la materia que expresó.
  7. Silencio. “La fluidez verbal debe dar espacio para el silencio y para que calen las palabras”. Lo importante no es hablar, sino comunicar, y el silencio es un instrumento más dentro de la comunicación.

 

Conclusión

Es una maravilla en tan poco tiempo todo lo que nos ha enseñado y lo que ha conseguido de nosotros. Está clarísimo que pondremos en práctica todos sus consejos y continuaremos aprendiendo de su metodología para conseguir ser grandes comunicadores, llegando al placer escénico. Porque no debemos de tener miedo a nada ni a nadie. Y por la propia libertad.

 

¡¡Muchas gracias Ángel Ignacio Lafuente!!