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MIGUEL SÁNCHEZ VALLS

COMUNICADOR

En búsqueda activa de empleo

Me llamo Miguel Sánchez y desde niño ya era comunicador… Bueno, yo no sabía que era eso de ser “comunicador”, pero mis primeros recuerdos son contando historias a mi familia de mil y una aventuras con amigos de fantasía (incluso invisibles) que vivían en castillos al otro lado de la montaña, o con los que colocaba banderas en helicóptero,… creo que desde siempre he sido un contador de historias. No sólo se me da bien, sino que además ¡me apasiona!



Creo que la mejor manera de comunicar es saber escuchar, esa es la clave, entender que siente o necesita la otra persona. Esa inquietud por conocer mejor a los demás y el mundo de los sentimientos me ha llevado a desarrollar mi lado empático y disfrutar escuchando activamente.



Siempre me ha apasionado la lectura: los cómics de pequeño los devoraba, y ahora de mayor, se les suman también los libros. Me gustaba hacer las diferentes voces de los personajes, con sus emociones, los efectos de sonido de las viñetas… incluso un día con siete años me atreví a grabarlo con un viejo magnetófono ¡¡mi primer programa de radio!! Quién me iba a decir a mi que ese sería mi futuro profesional, locutor de radio. En este apasionante medio de comunicación empecé a trabajar con 17 años con unos compañeros que me enseñaron a controlar mis emociones y mi voz. Gracias a ellos potencié mi creatividad, mi ingenio, mi ética y mi humor. Un placer compartir con ellos mi vida laboral y personal.



Siempre he tenido un punto curioso, al que le estoy muy agradecido porque siempre me ha llevado a atreverme a conseguir cosas por el mero hecho de saber más. Cuando de niño me preguntaban “¿a qué te quieres dedicar?”, me encantaba imaginarme en un laboratorio de alquimia, tipo el que seguro tenía Merlín en su torre lleno de alambiques, matraces, morteros, plantas medicinales,… y ¡experimentar! Esa inquietud por la ciencia me llevo a elegir la licenciatura de química y adentrarme dentro de verdaderos laboratorios. Una experiencia que me ha enseñado a ser: planificado, sistemático y a contrastar la información cuestionando cada una de las fuentes.



La química tiene ese puntito “mágico” con disoluciones cambiando de colores, pero me faltaba la parte de las hierbas medicinales… ¿qué clase de alquimista no tiene nociones básicas de plantas? Así que cursé un máster en fitoterapia que complementaba perfectamente esa parte más natural que me faltaba en la carrera. Y ya la guinda del pastel la puse con mis estudios de técnico superior en dietética porque… ¿qué hay más medicinal que una buena alimentación? Vale, y también porque me encanta comer.



Y sí, ésta es un poco mi historia… 

Actualmente continúo con un proyecto propio de locuciones y creación publicitaria, donde no solo cuento mis historias, sino que ayudo a gente como tú a contar las suyas: Ecoecoproducciones.es

¡Estaré encantado de ponerles voz!

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