Mi entusiasmo por el teatro nació desde niña. Como dice mi familia “desde pequeña ya apuntaba maneras” y es que nací en Mérida, ciudad donde cada verano nacen decenas de personajes sobre el escenario de su milenario e imponente teatro romano.
Soy una persona curiosa. Siempre me ha gustado observar a la gente con la que me he rodeado: su manera de hablar, sus gestos, sus expresiones,… De todas ellas he aprendido y me han ayudado a construir a los personajes que he tenido que interpretar. Con todo este bagaje y mi formación en Arte Dramático puedo decir que me defino como una actriz camaleónica.
Mi inquietud y mis ganas de siempre hacer cosas me llevó a pertenecer, desde hace 12 años, a la asociación juvenil Xámacka. Con cada actividad realizada he crecido como persona y en cada actividad he volcado un poquito de mí y de mi amor por el TEATRO.
El pertenecer a la directiva de dicha entidad y el volumen de actividades culturales y de ocio me ha hecho saber planificar, adaptarme a diferentes situaciones e improvisar en más de una ocasión.
Durante 3 años he sido la coreógrafa y regidora de una gala de premios, y un año presenté este evento.
En los 10 años que he trabajado como monitora de ocio y tiempo libre, he transformado los juegos y actividades en espectáculos con unos personajes que tenían toda una vida a sus espaldas y unos niños motivados que se han adentrado tanto en la historia que se han convertido en los verdaderos actores.
Quiero que el teatro sea mi juego, donde las reglas sean el aprendizaje y desarrollo profesional. Un juego donde nunca se baje el telón.
¡Que siga la función!