La puesta de sol, la brisa del mar y el entorno que me rodea es mi fuente de inspiración.

Sanluqueña de nacimiento, amante de mi tierra y orgullosa de pertenecer a este rincón del sur que allá donde voy lo llevo por bandera porque me siento privilegiada. Y para muestra un botón. 

Hace unos años decidí volar hacia lo que, hasta el momento ha sido la mejor experiencia de mi vida, vivir en Irlanda del Norte durante un período de tiempo y trabajar de Au Pair. Allí aprendí, además de mejorar el inglés, a tener que adaptarme a un ambiente muy diferente del que yo estaba acostumbrada. Toda esta experiencia me hizo ver que la adaptación a cualquier ambiente es posible, siendo constante y poniéndole muchas ganas, eso sí, sin perder la esencia de lo que soy y de donde vengo.

Como profesional aparejadora, he trabajado como tasadora de viviendas, lo que me ha hecho aprender a trabajar bajo presión y cumpliendo unos plazos determinados, además de acentuar mi empatía con el resto de personas con las que tenía que trabajar.

La versatilidad es una cualidad que me caracteriza, ya que llevo años trabajando como profesora particular, ayudando a niños de diferentes edades con sus deberes diarios. Además, he ejercido de niñera cuidando a bebés y a niños de hasta 8 años, experiencia que me ha enseñado a que la paciencia es fundamental para conseguir todo aquello que nos propongamos.

Por todo ello, con mi optimismo, mi compromiso, mi capacidad para el trabajo en equipo y mis ganas de aprender y demostrar todo lo que soy, me defino, sin más, como una profesional aparejadora con mucha fuerza para conseguir mis objetivos.