“No pretendo cambiar el mundo, pero en el pedacito que me tocó vivir quiero hacer la diferencia”
Salamantina de corazón, me considero una persona empática, solidaria, comprometida y luchadora, que trata de sacar el lado positivo de la vida, ayudando a los demás, y poniendo una nota de color en el día a día.
Me apasionan todas aquellas artes en las que puedo descubrir nuevas formas de ver la vida, intentando practicar aquellas destrezas que me hacen crecer tanto profesional como personalmente.
A nivel laboral, soy una persona responsable, práctica, flexible y resolutiva, con facilidad para trabajar en equipo y con capacidad de adaptación y asunción de responsabilidades.
De espíritu inquieto, compaginé mis estudios con trabajos estivales en diversas regiones españolas como Lérida, Alicante y Murcia. Tras diplomarme, ejercí varios puestos relacionados con la Gestión Administrativa, donde desarrollé y perfeccioné una de mis grandes pasiones: la contabilidad. Posteriormente, tomé rumbo a Lanzarote, donde continué mi carrera profesional, pues consideré que empaparme de la diversidad cultural, enriquecería mis competencias haciéndolas más versátiles.
Tras varios años en la isla, retorné a mí querida ciudad para realizar el Grado en Ciencias Políticas y de la Administración, el cual impulsó mi lado más humano y solidario, pues comencé mi andadura por la senda de la Cooperación Internacional y el voluntariado.
En la actualidad, continúo adquiriendo formación en habilidades transversales pues me apasiona aprender y considero que “el saber no ocupa lugar”.
La Lanzadera ha sido un alto necesario en el camino; un echar la vista atrás y ser conscientes de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos, para continuar la andadura con mayor motivación y entusiasmo.
Con constancia y optimismo, busco un empleo en el que poder desarrollar mis conocimientos y aptitudes, germinar mis inquietudes y seguir formándome con el propósito de mejorar y crecer diariamente, dando siempre lo mejor de mí.