El logro de Montse, la alegría de todos

Hoy queremos traer a la memoria de todos –compañeros, seguidores, viajeros que nos han ido ayudando en esta aventura, compartiendo con nosotros sus pasos ya andados- aquellas palabras que rompieron el blanco del papel en el que dibujaríamos nuestro camino, con los primeros pasos de esta Lanzadera, allá por Marzo. Decíamos, como se puede ver en nuestra presentación, que “la Lanzadera de Empleo Salamanca 2019 despega con 20 personas con sus respectivas mochilas cargadas de experiencias, capacidades, cualidades, objetivos e ilusiones. Todas ellas, tan diferentes como útiles…”. ¡Qué cierto! Especialmente esto último.

Pero no estamos aquí para hablar de los aciertos del programa –que los tiene: es evidente-, ni tampoco para darnos un poco de brillo como equipo de viaje –aunque razones hay, y tan importantes como dignas de ser contadas-, sino para hablar de nuestra compañera María Montserrat Barbero. El preámbulo viene a cuento porque, ni más ni menos, Montse es el mejor ejemplo que puede haber del logro de una persona extraordinaria, con un camino vital difícil, en el que alguna de las piedras que ella se encontró, a otros nos hubiera resultado infranqueable. Desde marzo hasta ahora, todos hemos cambiado. Ella también, por supuesto, pero su historia encarna la validez de un proyecto humano como este, que ayuda a personas a encontrar lo mejor de sí mismas, y a veces esa ayuda pasa por encontrar la fuerza para encontrar lo que uno vale. Montse ha sabido –y esto es un mérito exclusivamente suyo, por más que los demás nos sintamos un poco partícipes de su logro- asimilar ese emocionante proceso de cambio, y el resultado es un contrato de trabajo.

¡Qué suerte tienen en Ecotisa! Como equipo fuimos a tocar a su puerta, buscando oportunidades dentro del proyecto de Mapa de Empleabilidad, y nos encontramos con una empresa sensible a los valores que a nosotros nos han hecho fuertes, y con la necesidad de encontrar a alguien… como Montse. Quizá hubiera un poco de eso de llegar en el momento justo al lugar adecuado, pero si no se llega, es una oportunidad que pasa. Por eso decíamos que el logro es un poco de todos, pero fue Montse la que acudió a aquella entrevista, y fue ella quien supo poner sobre la mesa el extraordinario potencial de su trayectoria, sus capacidades y su manera de ser.



Cuando se habla de ejemplos de superación, con lo que supone de sobreponerse a las adversidades, con unas gotitas humanas de persona entrañable, el resultado lleva al nombre y apellidos de nuestra compañera. Y seguro que nadie se va a sentir mal si se dice que de los logros de cada caminante que hemos ido “perdiendo” nos hemos alegrado todos, como ya hemos ido contando a lo largo de estos cinco meses, pero si pidiéramos poner en un papelito  el nombre de alguien en especial, sale Montse. Dentro de un tiempo, cuando nos reunamos para contar nuestras batallitas por el camino, nos contará un cuento, como solo ella sabe hacerlo, nos hablará de lo que hace en el trabajo, de lo bien que le ha venido su carácter observador, su conocimiento de otras lenguas, y su manera sabia de transmitir creando empatía de una manera natural muy difícil de lograr si no se lleva “de serie”. Son tantas cualidades, a las que ella misma no daba el justo valor, que le auguramos un prometedor camino.

Muchas gracias, compañera, porque de tu mochila de viaje nos hemos ido quedando todos con algo de valor. Para cada uno será algo diferente, pero siempre será la mochila de una persona noble y de mirada limpia que, como el que más, merece lo mejor.