El inicio de algo grande.

 
Creo recordar que se trataba de una especie de cohete lanzadera lo que un buen día llegó a  mis manos.
Se trataba de un bonito día de octubre....uno de esos días donde el sol parece decirnos que aún no se va,que aún quiere acompañarnos alguna jornada más, y no decirnos au revoir definitivamente hasta un nuevo año.
Sí, sí ,me parece que estoy en lo cierto cuando os digo que al abrir el buzón a eso de mediodía, lo vi al fondo del cajetín, me refiero al cohete y me dije para mis adentros...ya estamos, otra vez más de lo mismo, publicidad, propaganda, etc.
Curioso comentario para un tipo que ha vivido durante dos décadas de ello, de la publicidad en sus diverass vertientes, pero claro, ya se sabe lo que ocurre con los amores que se acaban, o se interrumpen, que por una temporada no quieres oir más de ello, al menos por un tiempo.
No obstante, me dije, no hay nada que perder, de ese modo, lo leí con cierta dosis de curiosidad, y pensé, amigo Marco, no tenemos nada que perder, y ni corto ni perezoso, anoté en un post it en la puerta de la nevera el día y la hora donde nos citaban en Bilbao.
Pues bien, queridos amigos y amigas, solo puedo decir que en buena hora lo hice, pues solo tengo desde aquel día, palabras de agradecimiento infinito al hecho de que no se volara mi amado post it.
Desde el proceso de selección, en el que tuve fortuna de pasar la criba, (gracias por confiar en mí, dear Jose ) hasta esta primera semana de lanzadera, todo ha ido sobre ruedas, el ambiente fluye, se respira una atmosfera idónea, la sensibilidad del grupo va in crescendo y en cada momento se aprecia una calidad humana que pocas veces se tiene la certeza de encontrar. 
Recuerdo que fue una mañana de 24 de octubre cuando este maravilloso viaje astral, rumbo hacia lo desconocido, tomaba impulso y de ese modo, 20 tripulantes cargados de incertidumbre despegaban junto a su comandante Jose desde una estación llamada esperanza hacia un destino desconocido.
Desde aquel lejano 24 de octubre nuestro capitán Akab, Jose, con sus baules repletos de bonhomía, simpatía, entusiasmo e ilusión, nos guía en una vorágine diaria en busca  de nuestra ansiada ballena blanca que esperamos alcanzar antes del próximo febrero, no obstante, alguien dijo una vez que lo mejor de cualquier viaje es el camino, más que la ansiada meta.
Todo esto está resultando de un aprendizaje tremendo, el comentario general es que nos está transformando, todos y cada uno de nosotros crecemos cada hora en tanto en cuanto ponemos lo mejor en cada acción, hace tiempo que no vivía un proyecto tan enriquecedor e ilusionante.
Dicen que debemos esperar lo mejor pero prepararnos para lo peor, pues bien, me quedo con la segunda parte de dicha ecuación, por que sinceramente merece la pena aunque el gran poeta alemán Goethe decía que en la espera, algo duele, por esta vez ,y solo por esta vez, barkatu maestro Goethe, te saco la lengua y grito...Viva la lanzadera!! Vamos a por todas, hacia el más alllaaaaá!!!!!
Compañeros, me han entrado ganas de comerme el mundo, lo reconozco abiertamente y de nuevo solo me quedar dar las gracias al Proyecto Lanzadera de Dema, pues nunca creí que volver a escuchar a ese viejo amigo llamado despertador podría resultar ilusionante.
 
Gracias Jose, gracias Dema, gracias compañeros y compañeras.
 
Marco Antonio Rodriguez